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Toque de queda en Los Ángeles termina con 25 detenidos; Texas refuerza seguridad con Guardia Nacional
Las autoridades de Los Ángeles arrestaron a 25 manifestantes que desafiaron el toque de queda, mientras el gobernador texano, Greg Abbott, ordenó el envío de la Guardia Nacional.
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La policía de Los Ángeles realizó las primeras detenciones de personas que desafiaron el toque de queda nocturno instaurado el martes 10 de junio, tras cinco días de manifestaciones contra la política migratoria del gobierno de Donald Trump, mientras Texas anunció el despliegue de la Guardia Nacional.
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) informó en su cuenta de X: “Varios grupos siguen reuniéndose en la calle 1, entre Spring y Alameda, en el centro de la ciudad. Esos grupos están siendo abordados y se están iniciando arrestos masivos. El toque de queda está en vigor”.
Según el diario Los Angeles Times, 25 personas fueron arrestadas la última noche.
Horas antes, la alcaldesa demócrata Karen Bass decretó un toque de queda en el centro de Los Ángeles “para detener el vandalismo y frenar los saqueos”en una zona de aproximadamente 2.5 kilómetros cuadrados de los más de 500 que tiene la ciudad.
Lea más: Donald Trump dice que Los Ángeles está siendo invadida por un “enemigo extranjero”
La medida estará en vigor entre las 20.00 y las 6.00 horas, excepto para residentes, periodistas y servicios de emergencia.
Desde el 6 de junio, la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, con una gran población de origen hispano, ha sido escenario de disturbios entre manifestantes que denuncian las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) contra los migrantes indocumentados.
Saqueos y actos de vandalismo han dejado huellas en el corazón de Los Ángeles, donde algunas de las protestas, mayoritariamente pacíficas, se han tornado violentas al anochecer. El presidente Trump las calificó como una invasión de un “enemigo extranjero”.
Las calles permanecieron relativamente tranquilas la noche del 10 de junio en el centro de la ciudad, incluso en el barrio de Little Tokyo, después de que manifestantes lanzaron fuegos artificiales contra la policía y esta respondió con gases lacrimógenos.
Sin embargo, agentes del LAPD intervinieron para realizar arrestos entre los manifestantes congregados frente a un tribunal. Un poco más lejos, un centenar de personas interrumpieron brevemente el tráfico en una autopista.
Un manifestante dijo a la AFP que los arrestos de migrantes en una ciudad con gran población nacida en el extranjero son la raíz del descontento. “No creo que parte del problema sean las protestas pacíficas. Es lo que está sucediendo del otro lado lo que está incitando a la violencia”, sostuvo.
“Anarquía”
En medio de la intensa rivalidad política entre la administración Trump y los líderes del Partido Demócrata, el influyente republicano Greg Abbott, gobernador de Texas, anunció el despliegue de la Guardia Nacional.
“La Guardia Nacional de Texas será desplegada en distintos puntos del estado para garantizar la paz y el orden. Protestar pacíficamente es legal. Dañar personas o propiedades es ilegal y desembocará en detenciones”, escribió Abbott en X. Agregó que la Guardia empleará “todas las herramientas” para “mantener el orden”.
Miles de personas marcharon en el sur de Manhattan, en Nueva York.
Por su parte, el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, convertido en una figura prominente de la oposición a Trump, dijo que impugnará en los tribunales la decisión de desplegar al Ejército en su estado.
“Desplegar en la calle a combatientes entrenados para la guerra no tiene precedentes y amenaza el mismo fundamento de nuestra democracia”, denunció Newsom en un comunicado. “Donald Trump se comporta como un tirano, no como un presidente”, indicó.
Trump llamó “animales” a los manifestantes y consiguió que las tropas abuchearan a Newsom y al expresidente Joe Biden.
El presidente republicano ordenó el despliegue de miles de miembros de la Guardia Nacional (una fuerza de reserva) y marines en activo en Los Ángeles, pese a la oposición de las autoridades californianas.
“Lo que ven en California es un asalto a la paz, al orden público y a la soberanía nacional, llevado a cabo por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera de nuestro país”, dijo Trump a las tropas en el Fuerte Bragg, en Carolina del Norte.
“Esta anarquía no continuará. No permitiremos que los agentes federales sean atacados ni dejaremos que una ciudad estadounidense sea invadida por enemigos extranjeros”, declaró Trump el martes.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, acusó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, de incentivar los disturbios en los que se veían banderas mexicanas. “Es absolutamente falso”, replicó la mandataria.
La Guardia Nacional, fuerza de reserva, suele estar bajo control de los gobernadores estatales y suele emplearse en casos de desastres naturales.
No se habían desplegado reservistas por orden presidencial contra la voluntad de un gobernador estatal desde 1965, en el auge del movimiento por los derechos civiles.