Ya pasó medio año

Ya pasó medio año

Lidia Ortega Tablas Correo: [email protected] Instagram: @tablast   El 2025 ya suma 161 días, y cada día es fácil decirnos “ya no se siente el tiempo”; sin embargo, a pesar de no “sentirlo” este pasa y trae consigo acontecimientos y transformaciones que deberían invitarnos a reflexionar sobre qué tan conscientes somos de aquello que nos […]

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Resumen Automático

10/06/2025 08:54
Fuente: La Hora 
Lidia Ortega Tablas
Correo: [email protected]
Instagram: @tablast

El 2025 ya suma 161 días, y cada día es fácil decirnos “ya no se siente el tiempo”; sin embargo, a pesar de no “sentirlo” este pasa y trae consigo acontecimientos y transformaciones que deberían invitarnos a reflexionar sobre qué tan conscientes somos de aquello que nos rodea. Es importante hacer un breve repaso sobre lo que sucede en el país, porque cuando estamos tan abstraídos en nuestro día a día, ser conscientes de los pequeños, pero significativos cambios es difícil, aunque esto no debería ser un impedimento para mantenernos informados y atentos.

Las malas noticias no requieren ser buscadas; se propagan con rapidez, y podría decirse que vuelan, como suele indicarse en buen chapín. En contraste, las noticias que implican desarrollo y que podrían considerarse positivas, suelen ser mucho menos visibles. No podría afirmar con certeza por qué sucede esto, pero sí estoy convencida de que, mientras más atención les prestemos, mayor será la posibilidad de que lleguen a más sectores de la población.

No solo basta con informarse, también debemos tener un criterio sobre aquello que leemos, porque aunque en la actualidad la información está a un par de clics de distancia, la desinformación también lo está. Es por ello que es importante tener un espíritu curioso que nos lleve a cuestionar y nos motive a dar una opinión con criterio; criticar por el simple hecho de hacerlo no aporta valor, debemos ser conscientes de qué y cómo lo hacemos, para crear un impacto efectivo y real en nuestro círculo cercano.

Involucrarnos en un momento social no nos perjudica tanto como creemos, al contrario, nos da la oportunidad de que nuestra voz sea escuchada. Por eso, sin miedo, pongamos sobre la mesa un tema social; conversemos con amigos y familia, compartamos aquello que nos llamó la atención, no solo por las generaciones pasadas o presentes, sino como un ejemplo para las futuras; demostremos que expresar nuestra opinión no es motivo de conflicto ni enemistad, al contrario, es una oportunidad para conocernos mejor, entendernos, compartir ideas y pensamientos, y quién sabe, tal vez esa misma conversación sea el motor que motive a apoyar o incluso protagonizar cambios.

Ya ha pasado medio año, y aunque parece que es muy tarde para empezar, lo importante es iniciar aunque no sea enero; en junio, noviembre o incluso el 31 de diciembre, informarnos, crear un criterio propio y una opinión crítica, hace la diferencia entre ser un ciudadano que simplemente pasa los días en automático, y ser un ciudadano actor de cambio, aunque éste parezca insignificante.