Protección de la fauna: Los animales silvestres no son mascotas

Protección de la fauna: Los animales silvestres no son mascotas

Tener animales silvestres como mascotas no solo es un riesgo para la sobrevivencia de las especies, sino que causa desequilibrio a los ecosistemas.

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13/04/2025 08:00
Fuente: Prensa Libre 

Tener animales silvestres como mascotas no solo es un riesgo para la sobrevivencia de las especies, sino que causa desequilibrio a los ecosistemas.

“Todas las especies de fauna silvestre cumplen un papel importante en el ecosistema, por lo que deben permanecer libres, en su hábitat natural y no ser extraídas. Son indispensables para mantener el equilibrio ecológico, pues cumplen con diversas funciones. Por ejemplo, algunos son dispersores de semillas, controladores de plagas o polinizadores”, indica Norma Joj, de Comunicación Social del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).

Los animales silvestres, producto del tráfico y comercio ilegal, sufren maltrato y crueldad, ya que son colocados en cajas o en jaulas en condiciones inadecuadas y sin alimentación. En ocasiones, son encadenados”, añade.

Además de la alteración de los ecosistemas, la extracción de fauna silvestre de su hábitat natural desencadena transmisión de enfermedades zoonóticas al ser humano. Llevarlos a casa genera caza y tráfico ilegal, lo cual reduce las poblaciones naturales de los animales e impedirá que puedan reproducirse o aportar sus genes, lo que contribuye a la extinción de las especies, señala Joj.

El comercio ilegal de vida silvestreocupa el cuarto lugar de las actividades criminales más lucrativas del mundo, solo después de las drogas, el tráfico de personas y las armas. En Guatemala, las especies más amenazadas son las aves como loros, pericas y guacamayas; mamíferos como el jaguar y venado cola blanca, y reptiles como tortugas, iguanas y helodermas -lagartos venenosos-.

“Ninguna especie de fauna silvestre debería ser mascota. Cuando se extraen de la naturaleza para tal fin, la mayoría de las veces son bebés, por lo que, por lo regular, deben matar a la madre para capturarlos”, señala Dennys Marroquín, médico veterinario, especializado en Animales Salvajes y Fauna Silvestre y director de Mayavet Expeditions. Además, cuando estos animales llegan a hogares, las personas no están capacitadas para brindarles los cuidados esenciales adecuados en cuanto a alimentación, espacio, temperatura ambiente o socialización. Hay personas que mantienen a pericas y loros en jaulas pequeñas, donde ni siquiera pueden extender las alas.

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Si llegan a sobrevivir después de haber sido extraídos de la naturaleza, transportados y alejados de otros de su especie, estos animales sufrirán de estrés. La mayoría de animales silvestres en cautiverio manifiestan estereotipias o comportamientos repetitivos sin función aparente, como movimientos oscilatorios en mamíferos y en el caso de aves, se arrancan las plumas o se automutilan. La alimentación inadecuada les puede causar deficiencias nutricionales y el estrés les deprimirá el sistema inmunitario.

Una de las especies más amenazadas por el tráfico ilegal son las pericas. Foto Prensa Libre: Shutterstock

También hay que tomar en cuenta que los animales que han sido capturados ya no se pueden liberar en la naturaleza, porque se han acostumbrado a la vida con el humano y no han desarrollado las habilidades que necesitan para sobrevivir en su hábitat, que debían ser enseñadas por sus padres. Si llegan a ser liberados porque ya no los quieren, pueden causar desequilibrio al hábitat al que lleguen y convertirse en especies invasoras.

Las personas no toman en cuenta, además, de que cuando llegan a la etapa de madurez sexual, se vuelven agresivos y se defienden de los humanos, lo cual les puede causar a estos serias heridas e, incluso, la muerte.

“El Conap hace un llamado a no ser parte de lo ilegal,denunciar a quienes atentan contra el patrimonio natural del país y no comprar partes y derivados de fauna silvestre. Los animales silvestres no son mascotas, no son trofeos. Enfatizamos en su valor incalculable y en promover acciones para protegerlos y conservarlos”, destaca Joj.

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“Tener como mascotas a especies salvajes es algo negativo porque va en contra de la naturaleza y en contra de la naturaleza de los animales. La falta de educación y conocimiento solo contribuye a laextinción de especies salvajes, refiere Marroquín. “Es indispensable fomentar el respeto hacia la naturaleza dentro de los programas de educación de niños para ir erradicando esta costumbre y ser conscientes de que hay otras formas de observar la fauna silvestre en su hábitat natural, añade.

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