El FC Barcelona y el Borussia Dortmund se enfrentan este ares 15 de abril a las 13.00 horas (Guatemala) en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League 2024-2025. El duelo será uno de alta intensidad ya que el equipo azulgrana obtuvo un triunfo 4-0 en la ida, mientras que el cuadro alemán buscará hacer un milagro para estar en siguiente ronda.

Todo se definirá en el Signal Iduna Park, el estadio del Borussia Dortmund en donde al Barcelona le espera el “infierno amarillo” que más de 80 mil seguidores vestidos de amarillo y el negro le harán vivir ya que no dejarán de apoyar a su equipo pese al resultado global de la serie.

Sin embargo, la propia afición blaugrana demostró que no dejarán a su club solo en medio del hostil recibimiento en Alemania, ya que según reportes de medios españoles hasta tres mil culés se han trasladado hasta Dortmund.

Esto ha quedado demostrado con la invasión de colores azulgranas que se aprecian en las calles de Dortmund a unas horas del partido.

Según datos de Mundo Deportivo un total de tres mil 37 barcelonistas (dos mil 125 socios y 912 peñistas) estarán presentes en el graderío del Signal Iduna Park para alentar a su equipo en el intento de alcanzar unas semifinales de Champions League por primera vez en seis años.

“Han viajado peñas de todo el mundo a Dortmund. Disfrutarán del espectáculo de la Champions en directo algunos miembros de las peñas de Shanghai, Bagdad o Nepal, tres de los lugares más lejanos desde los que se desplazarán los asistentes al partido”, explica el medio.

Si bien la afición del Barcelona jugará un papel importante en el apoyo a su equipo, los seguidores del Dortmund también empezaron a jugar sus cartas para tratar de aportar cosas sobre la mesa a favor de ellos.

De hecho, la noche anterior el partido, el lunes 14 de abril, se registraron algunas perturbaciones de aficionados del Dortmund en el hotel de concentración azulgrana.

Las cámaras de El Chiringuito y El Desmarque captaron como se presentaron aficionados del Dortmund a lanzar petardos y fuegos artificiales en medio de la noche con la intención de romper el sueño de los jugadores culés.