5 razones para ir a la experiencia inmersiva de Frida Kahlo y Diego Rivera en Guatemala  (arte y 10 mil horas de talento guatemalteco)

5 razones para ir a la experiencia inmersiva de Frida Kahlo y Diego Rivera en Guatemala (arte y 10 mil horas de talento guatemalteco)

En esta experiencia inmersiva, ubicada en la zona 10 de la ciudad de Guatemala, se da movimiento a las obras de Frida Kahlo y Diego Rivera, que cobran vida ante los ojos del espectador. Se mezclan música y diálogos, y, junto con las formas y colores, se despiertan los sentidos.

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27/05/2025 18:00
Fuente: Prensa Libre 

El próximo viernes 30 de mayo abrirá la experiencia inmersiva: Frida Kahlo y Diego Rivera: Elefante y Paloma, una propuesta de primer nivel. Grandes escenarios culturales están adoptando las exposiciones inmersivas para ofrecer a los asistentes un contacto distinto con los artistas. Tokio, Nueva York y Londres han acercado a su público mediante esta fusión entre tecnología, diálogos y creaciones únicas.

En Guatemala, la Embajada de México dedicó dos años a la creación de este proyecto, que verá la luz. Las puertas estarán abiertas durante aproximadamente tres meses de forma gratuita, para dar la bienvenida a quienes estén interesados en la vida artística de Frida Kahlo y Diego Rivera, quienes, en vida, fueron controversiales y han logrado consagrarse como íconos del arte moderno de México, América Latina y el mundo.

Las instalaciones de la embajada, ubicadas en la 2a. avenida 7-57, zona 10, fueron concebidas hace 21 años por los arquitectos mexicanos Teodoro González de León y Francisco Serrano. Esta semana cambian su fachada en honor a sus invitados especiales: Frida Kahlo y Diego Rivera. Destacan los colores vibrantes naranja y amarillo, que se mezclan con murales de Rivera y con el autorretrato que Kahlo hizo de ambos. Las visitas pueden ser de Lunes a domingo de 10 a 15 horas.

La pareja se llamaba con distintos apodos cariñosos. Entre ellos figuraban “Elefante” y “Paloma”, aunque también usaban “Sapo” y “Chiquitita”, por mencionar algunos..

¿Por qué ver la experiencia inmersiva de Frida Kahlo y Diego Rivera?

En cinco puntos destacamos lo más impresionante de esta exposición abierta para personas a partir de los 13 años:

1. Una galería para explorar de forma tradicional lo mejor de los dos pintores

Al entrar a la embajada, encontrará la Galería José Gorostiza. A través de una selección de piezas, se presentan réplicas de las obras más simbólicas de los artistas. Suman más de 60 piezas, asegura Doris García, curadora de la exposición.

Entre ellas figuran El venado herido (1946), El deseo perdido (1939), El suicidio de Dorothy Hale (1939), Frida y Diego Rivera (1931), Autorretrato con chambergo (1907), así como El sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1947).

Con regularidad, las obras de los artistas se encuentran en libros de arte o en redes sociales y, aunque son réplicas, se tiene una percepción diferente al verlas en su tamaño original o en el proyecto inmersivo, donde incluso tienen movimiento, diálogos y música.

Fachada de la Embajada de México en Guatemala. (Foto Prensa Libre: Ingrid Reyes)

2. En la intimidad de los artistas

El proyecto se centra en la vida artística de Diego y Frida, no en su vida personal, aunque no es sencillo separarlos por completo. A lo largo de la exposición se pueden leer frases célebres, así como detalles de su vida íntima. La sala introductoria simula la Casa Museo de Diego Rivera y Frida Kahlo.

Se exhibe una réplica de la cama donde Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón pasó horas de reposo debido al accidente que la dejó postrada durante mucho tiempo. También una réplica del estudio de Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de Rivera y Barrientos, con los pinceles y colores que caracterizaban al artista. Ambos espacios son un préstamo de la Escuela de los Niños Pintores Frida Kahlo.

Una réplica de la cama de Frida Kahlo donde pasó horas creando parte de sus obras. (Foto Prensa Libre: Ingrid Reyes)

3. La experiencia inmersiva

El proyecto tiene una inversión aproximada de US$50 mil (más de Q380 mil). Willy Posadas, director de Antigua Viva, a cargo de la producción de arte digital, explica que el trabajo representó cerca de 10 mil horas por parte de un equipo creativo integrado por Daniel Pinto, Francisco Sandoval y Alex Hentze, entre otros talentos guatemaltecos.

La experiencia inmersiva tiene una duración de 18 minutos. El equipo de Posadas elaboró un guion narrativo para que toda la exposición tuviera una unidad visual y auditiva.

“La complejidad de un proyecto como este inicia con obtener los derechos para utilizar y manipular estas obras, lo cual implicó una logística que fue gestionada por la Embajada de México en Guatemala”, afirma Posadas.

Destaca la importancia de que las colecciones museográficas integren la tecnología a los espacios tradicionales. “Nos sentimos muy felices de haber creado una de las primeras experiencias inmersivas de este tipo para artistas tan grandiosos como Diego Rivera y Frida Kahlo”, expresa.

Antigua Viva, radicada en Antigua Guatemala, también ha desarrollado el Festival de la Luz, cuya segunda edición se realizará en julio próximo.

4. Más del trabajo técnico

“Poco a poco lo que queremos es que Guatemala, y en particular Antigua Guatemala, se convierta en el centro de innovación de Latinoamérica, donde se presenten las nuevas tendencias, sobre todo en arte y patrimonio”, afirma Posadas.

El Auditorio Luis Cardoza y Aragón, con capacidad para 180 personas, fue intervenido en sus 720 metros cuadrados para dar vida a la exposición Frida Kahlo y Diego Rivera: Elefante y Paloma.

Se utilizan 16 proyectores de alta potencia, de 8 mil lúmenes cada uno, con lentes de tiro corto, así como un hardware y software adaptados a las necesidades del proyecto. El equipo fue importado desde China para adecuarse al espacio del auditorio.

La idea es dejar la infraestructura para que los artistas continúen liderando el ámbito digital y artístico.

Willy Posadas, director de Antigua Viva durante la conferencia de prensa y lanzamiento de la exposición inmersiva Frida Kahlo y Diego Rivera: Elefante y Paloma. (Foto Prensa Libre: Ingrid Reyes)

5. La guatemalteca Rina Lazo y su trabajo junto a Rivera

Durante la exposición también se destaca a una guatemalteca que estuvo muy cerca de la pareja. En 1946, Rina Lazo (1923-2019) fue asistente de Diego Rivera. La reconocida muralista conoció también a Frida Kahlo. Lazo trabajó aproximadamente diez años junto a Rivera.

Fragmento de El sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. (Foto Prensa Libre: Ingrid Reyes)

En la exposición está un mural que pintaron juntos para el Hotel del Prado en 1947. “Llegué a México en 1946, al ganar una beca para venir a estudiar pintura. Atravesé una frontera política pero nunca me sentí ajena a este gran país que es México; fue en el momento en que la pintura mural era una de las actividades culturales más importantes del país, los pintores habían participado como líderes de los sin-dicatos y aún se percibía la educación socialista de la época cardenista.Tuve la fortuna de aprender y participar en este importante movimiento artístico con el pintor más grande del siglo XX, el mexicano Diego Rivera, en el fresco Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, una de las obras murales más bellas y completas que él realizara, pintada en el comedor del antiguo Hotel del Prado y que después del terremoto de 1985 fue trasladado al Museo Mural Diego Rivera“, expresó Lazo en un documento llamado Mi participaciónen el muralismo mexicano, publicado en la Universidad Autónoma de México.