San Juan del Obispo: conozca cómo se trabaja el cacao, legado de los mayas, y pruebe una bebida de chocolate artesanal

San Juan del Obispo: conozca cómo se trabaja el cacao, legado de los mayas, y pruebe una bebida de chocolate artesanal

Descubra en San Juan del Obispo un sabor milenario. Camine entre aromas de cacao, pruebe la semilla tal como la conocieron los antiguos mayas y observe de cerca los secretos que transforman este fruto.

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26/10/2025 13:58
Fuente: Prensa Libre 

San Juan del Obispo, ubicado apenas a 15 minutos de Antigua Guatemala, existen espacios para mostrar cómo el cacao cobra vida. Allí, entre aromas de leña y chocolate, los visitantes descubren cada paso del proceso artesanal, desde el tostado de la semilla hasta la transformación en tabletas finas con ingredientes únicos.

“En Chocolate Antigua todo se hace sin químicos, como lo hacían nuestros antepasados”, comenta Cinthya Pérez, encargada del taller. La experiencia incluye variedades de chocolate con macadamia, café, almendra, cardamomo, anís, arroz, canela, jengibre y naranja, entre otras.

Las semillas provienen, en su mayoría, de fincas ubicadas en Suchitepéquez, Petén y San Marcos. El proceso es completamente artesanal: se tuestan las semillas con fuego de leña, se pelan una a una y luego se muelen en un molino especial. Quienes llegan al taller pueden probar el cacao en su estado más puro, además de observar los métodos tradicionales de elaboración. Al final del recorrido prube una muestra de chocolate recién hecho.

Las visitas son gratuitas, pero se sugiere una propina o la compra de productos como forma de apoyo. Para presenciar el proceso en vivo, es necesario agendar cita entre lunes y viernes por la mañana. Durante los fines de semana, el recorrido se realiza a través de fotografías, ya que los artesanos descansan esos días.

Durante siglos, el cacao fue símbolo de poder y divinidad en Mesoamérica. Hoy, sigue conquistando al mundo, esta vez en forma de chocolates finos elaborados por manos guatemaltecas.


En las crónicas indígenas y documentos coloniales, el cacao aparece como una joya de doble valor: bebida espumosa de los dioses y moneda de cambio entre pueblos. El historiador Johan Melchor explica que era tan vital que los mayas lo convirtieron en el símbolo del número 20, clave de su sistema matemático vigesimal. Los sacerdotes lo bebían con chile en rituales donde aseguraban comunicarse con las divinidades.

Hoy, el cacao ha cambiado de forma, pero no de esencia. Se degusta dulce, con azúcar y canela, y sigue siendo símbolo de distinción. A escala mundial, es la base de chocolates gourmet, bebidas y hasta productos de belleza.

Más allá del sabor, el cacao también representa una oportunidad para cientos de pequeños productores guatemaltecos. Concursos internacionales han abierto vitrinas donde se reconoce su esfuerzo y calidad.

Pero ¿qué hace que este cacao sea tan especial?

Los visitantes tienen una experiencia para conocer el proceso artesanal de elaboración del cacao. (Foto Prensa Libre: Keneth Cruz)

Según el Museo Popol Vuh, entre mayas y aztecas, el chocolate era una bebida reservada para la realeza, la nobleza, los mercaderes de larga distancia y los guerreros de alto rango. Ya en el año 450 d. C., se colocaban vasos finos con chocolate en las tumbas de los reyes mayas, como símbolo de estatus y trascendencia.

Hoy, ese mismo espíritu se mantiene vivo en cada grano cultivado en tierras guatemaltecas. No es solo cacao: es herencia, cultura y futuro.

Visita realizada con apoyo de Jade Maya durante el IV Congreso Mundial de Artistas Talladores en Jade de Guatemala.

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