Durante un operativo realizado en la mañana del pasado jueves 19 de junio, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) descubrieron y desmantelaron un túnel de contrabando de narcóticos a gran escala que conectaba Tijuana con la ciudad estadounidense de San Diego, California.

De acuerdo con la agencia del gobierno estadounidense encargada de proteger las fronteras y facilitar el comercio y los viajes internacionales, el “narcotúnel” aún estaba incompleto. Sin embargo, la obra subterránea, de carácter lineal, se extendía por más de 890 metros y era altamente sofisticada, hasta llegar a la comunidad de Otay Mesa.

El hallazgo ocurrió cuando un grupo de agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP, por sus siglas en inglés), asignado al Equipo de Túneles del Sector de San Diego, descubrió el túnel mientras estaba en plena construcción. A pesar de ello, ya contaba con cableado eléctrico, iluminación, sistemas de ventilación y de vías.

“Ese sistema de vías estaba diseñado para transportar grandes cantidades de contrabando, pero cuando los agentes entraron al túnel encontraron múltiples barricadas, aparentemente con el fin de impedir el avance de los oficiales y la posterior identificación de su origen”, aseguró Omar García Harfuch, secretario de Seguridad en México.

¿Cómo operaba el “narcotúnel” clandestino?

Según el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, las dimensiones del túnel eran de 107 centímetros de alto, 71 centímetros de ancho y, en su punto más profundo, se extendía aproximadamente 15 metros bajo tierra. Asimismo, el inicio de la construcción se ubicaba en el municipio mexicano de Tijuana, en Baja California.

Por su parte, las autoridades del Gobierno de México presentaron una orden judicial en el lugar y descubrieron que la entrada del túnel había sido ocultada por baldosas recién colocadas. “La desmantelación de narcotúneles es crucial. Le agradezco a los agentes que lo descubrieron”, agregó Jeffrey Stalnaker, jefe de Patrulla en San Diego.

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Conforme a lo expuesto por Stalnaker, el punto de salida del narcotúnel estaba ubicado “cerca de un espacio comercial destinado a un almacén”, por lo que la sofisticación de la obra subterránea refleja el nivel de recursos y planificación que las organizaciones criminales invierten en las infraestructuras clandestinas de México a Estados Unidos.

“Estas rutas son utilizadas para el tráfico de drogas y también para el contrabando de personas y otros bienes ilícitos. Es por eso que, en esta operación, las autoridades confiscaron una cantidad no especificada de metanfetaminas y otros estupefacientes”, detalló el vocero de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México.

A su vez, la Patrulla Fronteriza de San Diego indicó que, desde 1993, se han descubierto y desmantelado cerca de 100 narcotúneles. “A partir de ahora, la obra subterránea será inutilizada de manera permanente mediante el vertido de miles de galones de concreto. Estos túneles son una amenaza para ambos países”, afirmó Jeffrey Stalnaker.

“Los carteles en México siguen haciendo alarde de sus grandes capacidades de ingeniería. Por ahora, se investiga a dieciséis hombres de entre 21 y 50 años que fueron arrestados en Baja California. Se especula que los individuos participaban en el tráfico de drogas y tenían nexos con el Cártel de Jalisco”, concluyó Omar García Harfuch.