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Conozca los mitos y verdades de la leucemia y sida felinos
La leucemia felina (FeLV, en inglés) y el virus de inmunodeficiencia felina (VIF) afectan, principalmente, a animales que deambulan fuera de casa o callejeros.
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Estas enfermedades son severas, irreversibles e incurables, pero el animal puede llegar a vivir varios años, si tiene una buena calidad de vida. Es importante prevenir el contagio de estas enfermedades, al vacunarlos y evitar que salgan del hogar para que no las contraigan mediante el contacto con otros felinos.
La FeLV provoca tumores y cáncer de la médula ósea, lo cual causa inmunosupresión y anemias severas. Cuando el gato tiene un sistema inmunitario comprometido, cualquier enfermedad pone en riesgo su vida. El felino desarrolla de manera recurrente afecciones de piel, abortos, problemas respiratorios y gastrointestinales. Manifiesta fiebre, falta de apetito o pérdida de peso.
El VIF es una infección causada por un lentivirus, cuyo curso de desarrollo es lento, puesto que hay gatos que muestran signos de la enfermedad hasta varios años después de haberse infectado. Se detecta, por lo general, mediante pruebas rutinarias en gatos. El animal manifiesta fiebre recurrente y letargia, y desarrolla enfermedades bucales, oculares, respiratorias, intestinales y de la piel.
Hay algunas mitos y verdades relacionados con estas enfermedades, que se detallan a continuación:
Son enfermedades poco comunes
Falso. El médico veterinario Emerson López afirma que de cada 10 gatos que llegan enfermos y que son sometidos a pruebas para detectar estas enfermedades, uno sale positivo. Según datos de la Asociación Americana de Médicos de Felinos,un 25% de los gatos en Latinoamérica tienen VIF. Se diagnostican de manera certera con la prueba rápida llamada Elisa o con inmunocromatografía. Esta última identifica el antígeno de la leucemia y el anticuerpo del VIH. También está la prueba de PCR.
Se pueden transmitir al humano
Falso. Estas no son enfermedades zoonóticas y tampoco pueden ser contagiadas a otras especies de animales. Aunque el VIF actúa de la misma forma que el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida, en humanos, ambos son totalmente diferentes, así como la forma de su contagio.
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Son altamente contagiosas entre gatos
Cierto. La FeLV se transmite por contacto directo con animales infectados, principalmente, por mordeduras, así como también, por arañazos, lactancia o durante la gestación. También se puede encontrar en fluidos corporales y heces. El VIF se contagia, especialmente, por la saliva, durante las peleas o cuando se acicalan unos a otros.
Los gatos contagiados viven pocos años
En parte. La mayoría de gatos con leucemia viven de tres a cuatro años, después de haberla contraído. En relación con el VIF, dependerá de la etapa en la que fue diagnosticado. Dependerá del sistema inmunitario del animal. Si tiene buena calidad de vida, puede llegar a vivir muchos años. Se debe descartar la eutanasia,pues ellos pueden vivir sin síntomas. El gato positivo debe ser llevado a chequeos cada seis meses con el veterinario o ante cualquier síntoma. No debe salir al exterior del hogar.
El VIF es asintomático
En parte. En la fase primaria, el gato no presenta síntomas, aunque sí puede transmitirlo a otros felinos, y en la etapa crónica o terminal, el animal desarrolla enfermedades oportunistas, como parasitosis o gastroenteritis.
Estas infecciones se pueden tratar
Falso. No hay tratamiento para estas enfermedades. Al tener un sistema inmunitario débil, el animal está más predispuesto a infecciones concomitantes que se tratan con antibióticos y si tiene dolor, con antiinflamatorios. En algunos países, se les da interferonas, grupo de compuestos naturales que tienen efectos antivirales para mantener la carga viral baja, pero el tratamiento debe ser adecuado para cada individuo.
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Estas enfermedades son incurables
Cierto. Por ello, es importante castrar al gato y evitar que salga de casa. La leucemia felina se previene con la vacunación anual. La primera dosis se inocula a las 8 o 10 semanas de vida; la segunda, a los 15 días o un mes después de la primera, y luego una vez al año. Se deben vacunar los gatos antes de integrarlos al hogar y hacerles las pruebas de diagnóstico. Para el VIF no existe inmunización. Para la Asociación Mundial Veterinaria de Pequeñas Especies, la vacuna contra el FeLV es esencial, sin importar si el gato sale o no fuera del hogar, pues pudo haberla adquirida durante la gestación o lactancia.