Un centenar de personas se manifestó este 19 de julio en Ciudad Juárez, norte de México, por el caso de los 386 cadáveres hallados a finales de junio en un crematorio privado.

Policías encontraron los cuerpos apilados y sin procesar, lo que las autoridades de la fiscalía atribuyeron a negligencia de los administradores del negocio. En su momento, muchos familiares recibieron cenizas, aunque ahora dudan de su autenticidad.

Inicialmente se reportaron 381 cuerpos, pero tras estudios forenses se concluyó el 10 de julio que eran 386.

La protesta fue convocada por el colectivo Justicia por Nuestros Deudos, integrado por familiares de las personas halladas en ese lugar. Marcharon desde la sede de la funeraria hacia las instalaciones de la fiscalía.

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“Nos dieron sus cenizas, pero pues no son, entonces yo exijo justicia para él, para que me lo entreguen. Más que nada es la justicia, para que me entreguen a mi papá”, declaró a la AFP Brisa Agüero, hija de Juan Agüero, quien falleció el 6 de noviembre de 2020 por covid.

“Las cenizas son cemento de mortero”, denunció.

Claudia Martínez, hija de Humberto Martínez, fallecido el 17 de diciembre de 2020, se quejó de que las autoridades solo hayan identificado 15 cuerpos. “Cuando yo abrí la urna de mi papá, estaba el nombre de otra persona”, recordó. “Lo único que exijo es que me digan dónde está”.

Por su parte, Carlos Manuel Salas, fiscal de Ciudad Juárez, señaló que muchas personas “están solicitando que se revisen las cenizas para ver si son humanas o no, y para ver si pertenecen a su familia”.

Hasta ahora, dos personas —el propietario del lugar y un empleado— han sido imputadas por delitos contra la inhumación, exhumación y respeto a los cadáveres o restos humanos.