El delito invisible que nos duele a todos

El delito invisible que nos duele a todos

Detrás de muchas historias de migración irregular, trabajo forzado o explotación sexual hay redes que lucran con seres humanos como si fueran mercancía.

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27/07/2025 00:03
Fuente: Prensa Libre 

Julio es el mes en el que el mundo alza la voz contra uno de los crímenes más inhumanos y silenciosos: la trata de personas. Un delito que no distingue fronteras, edades, ni clases sociales. Que opera en las sombras, aprovechando el dolor, la vulnerabilidad, la pobreza, la falta de oportunidades y también el silencio.

Detrás de muchas historias de migración irregular, trabajo forzado o explotación sexual hay redes que lucran con seres humanos como si fueran mercancía.

Guatemala, lamentablemente, no es ajena a esta realidad. Detrás de muchas historias de migración irregular, trabajo forzado o explotación sexual hay redes que lucran con seres humanos como si fueran mercancía. A menudo, las víctimas son mujeres, niñas, adolescentes y niños, pero también hay hombres atrapados en ciclos de esclavitud moderna. Lo más doloroso es que en muchos casos los victimarios son personas cercanas: familiares, conocidos, vecinos o quienes prometen empleo o amor.

Las atrocidades de este delito son difíciles de dimensionar: privación de libertad, violencia física y sexual, coerción, manipulación emocional y psicológica. No hay espacio para romantizar estas historias. La trata destruye vidas, anula futuros y deja heridas invisibles que duran toda la vida.

En Guatemala, existe una institución especializada que enfrenta este flagelo con firmeza: la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (SVET). Desde su creación, ha trabajado en la prevención, atención y coordinación interinstitucional para visibilizar el problema y proteger a las víctimas. A pesar de sus limitaciones presupuestarias y la indiferencia de muchos sectores, su trabajo merece reconocimiento y más apoyo.

Este mes, que se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas (30 de julio), es una oportunidad para informarnos, hablar del tema y, sobre todo, actuar. Porque la trata no solo ocurre en zonas marginadas o en comunidades lejanas. También se esconde en residencias, empresas, redes sociales, agencias falsas de modelaje o empleo, y lamentablemente en instituciones donde debería protegerse a los más vulnerables.

El caso del magnate Jeffrey Epstein en Estados Unidos nos recuerda que la trata también ocurre en las altas esferas del poder y el privilegio. Durante años, utilizó su influencia para reclutar, manipular y abusar de menores de edad. Su historia demuestra que el dinero, el estatus o el silencio cómplice de muchos no son barreras para este crimen, sino parte del problema.

En Guatemala existen canales anónimos para romper ese silencio. Crime Stoppers Guatemala pone a disposición el teléfono 1561, el WhatsApp 3764-1561 y la página www.tupista.gt, donde cualquier persona puede denunciar de forma completamente confidencial. No se necesita dar nombre, solo tener el valor de no callar.

Denunciar salva vidas. Y aunque no siempre veamos el resultado inmediato, cada denuncia puede ser el principio del fin para una red criminal y el comienzo de esperanza para una víctima.

La trata de personas no tiene rostro único ni afecta a un solo grupo. Todos estamos en riesgo si como sociedad no la enfrentamos. Que este mes no pase como uno más en el calendario. Levantemos la voz, informemos, protejamos y, sobre todo, no tengamos miedo de denunciar.

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