Carlos III y Camila asisten a la misa de Pascua en Windsor con la sorpresiva presencia del príncipe Andrés

Carlos III y Camila asisten a la misa de Pascua en Windsor con la sorpresiva presencia del príncipe Andrés

Carlos III y la reina Camila asistieron a la misa de Pascua en Windsor, marcada por la inesperada presencia del príncipe Andrés y la ausencia de Guillermo.

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20/04/2025 12:38
Fuente: Prensa Libre 

Carlos III y la reina Camila participaron este domingo en la tradicional misa de Pascua celebrada en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, acompañados por varios miembros de la familia real británica, entre ellos, el príncipe Andrés.

El histórico servicio de Maitines de Pascua, que se remonta al siglo XVI, estuvo marcado este año por la ausencia de los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, quienes decidieron pasar la Semana Santa con sus hijos en Norfolk, al este de Inglaterra.

La asistencia del príncipe Andrés resultó inesperada. Llegó en automóvil junto a su exesposa, Sarah Ferguson, y su hermana, la princesa Ana, quien fue vista utilizando un paraguas como apoyo para caminar. Andrés, el segundo hijo de la fallecida reina Isabel II, no participaba en actos públicos desde la Pascua del año anterior, y estuvo ausente en la tradicional reunión navideña en Sandringham, tras verse involucrado en una polémica por sus supuestos vínculos con un presunto espía chino.

También acudieron al evento las princesas Eugenia y Beatriz, hijas de Andrés, acompañadas por sus parejas, así como el príncipe Eduardo, hermano menor de Carlos III, junto a su esposa Sofía y su hijo Jaime, de 17 años.

Durante la jornada, una niña obsequió un ramo de flores a la reina Camila, mientras ella y el rey Carlos saludaban a un grupo de ciudadanos que se congregó a las afueras de la capilla para felicitarlos por la festividad.

Príncipe Andrés: su historia, sus controversias y su caída en desgracia

El príncipe Andrés, duque de York e hijo de la fallecida reina Isabel II, vive sus años más sombríos dentro de la familia real británica. Su reputación quedó gravemente dañada tras ser acusado en 2019 de agresión sexual a Virginia Giuffre, entonces menor de edad, en el marco del escándalo por la red de tráfico sexual de Jeffrey Epstein. Desde entonces, ha sido apartado de la vida pública, despojado de títulos y funciones oficiales, incluso por decisión de su propia madre, como recuerda Infobae.

A pesar de su retiro, Andrés sigue siendo una figura polémica. La reciente publicación del libro Yes Ma’am: The Secret Life of Royal Servants, del periodista Tom Quinn, ha reavivado las críticas al revelar testimonios de extrabajadores de Buckingham Palace. Según el libro, el príncipe tenía un comportamiento autoritario, con tendencia a tratar al personal “como un matón escolar”, reflejo de una frustración personal por no haber sido el heredero al trono.

El príncipe Andrés y la reina Isabel II, en mayo de 2017. (Foto Prensa Libre:EFE)

Entre las excentricidades que se mencionan, destaca su obsesión con una colección de entre 50 y 60 peluches, los cuales debían estar dispuestos cada mañana siguiendo un esquema fotográfico estricto. Según declaraciones recogidas por Quinn, citadas por Infobae, este nivel de control evidenciaría comportamientos dignos de análisis psicológico.

Además de los escándalos personales, la situación de Andrés ha generado tensión dentro de la familia real por su resistencia a abandonar Royal Lodge, una propiedad de alto costo que ya no puede sostener tras perder su asignación anual de un millón de libras. El rey Carlos III ha presionado repetidamente para que abandone la residencia, mientras que sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, estarían preocupadas por el rumbo que ha tomado su vida, según indica el medio internacional.

En un intento por reconstruir su imagen y su economía, Andrés ha vuelto al mundo de los negocios como intermediario en inversiones. Colabora con la firma holandesa Startup Boot Camp (SBC) y recientemente organizó una conferencia en Japón para conectar emprendedores con inversores. Aunque estos movimientos podrían abrirle nuevas oportunidades, la monarquía británica ha dejado claro que no respaldará sus actividades empresariales, informa Infobae.