El FC Barcelona volvió a saborear la gloria en la Copa del Rey, conquistando su título número 32 tras imponerse en una emocionante final por 3-2 al Real Madrid. Este logro representa el primer trofeo copero para los culés desde la salida de Lionel Messi, quien había liderado la última conquista en la temporada 2020/21.

Aquel título anterior, ganado en Sevilla frente al Athletic Club, vio a Messi brillar como capitán con un doblete en un aplastante 4-0. Aquella noche el Barsa fue una máquina perfecta, dirigida magistralmente por el astro argentino, quien firmó su última gran gesta en el fútbol español antes de su partida al París Saint-Germain.

Cuatro años después, en 2025, el Barcelona vuelve a levantar la Copa, esta vez con nuevos protagonistas, pero con la misma pasión y hambre de triunfo. En esta nueva final, Pedri abrió el marcador con un golazo al minuto 27, premiando un primer tiempo en el que los azulgranas dominaron claramente a un Real Madrid que buscaba su reacción.

El segundo tiempo fue una auténtica montaña rusa. La entrada de Kylian Mbappé revolucionó al Madrid, y fue el propio francés quien empató con un espectacular tiro libre al 69. Minutos más tarde, Tchouaméni pondría el 2-1 para los blancos tras un cabezazo en un tiro de esquina. Parecía que los merengues se llevaban la Copa, pero el Barcelona nunca bajó los brazos.

Un contragolpe letal, culminado por Ferran Torres al 84, puso el empate 2-2 y envió la final a tiempos extras. La polémica también fue protagonista, cuando el árbitro había sancionado penal a favor del Barça en el último minuto del tiempo reglamentario, pero tras revisión en el VAR, la decisión fue anulada.

En la prórroga, ambos equipos buscaron con intensidad el gol de la gloria. Finalmente, al minuto 116, Jules Koundé sorprendió a todos con un disparo rasante desde fuera del área que venció a Thibaut Courtois, firmando el 3-2 definitivo y devolviendo al Barsa al trono de la Copa del Rey.

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Este nuevo título marca también el inicio de una nueva etapa ilusionante para el club, donde figuras como Lamine Yamal, considerado por muchos el heredero del legado de Messi, ya comienzan a dejar su huella en las grandes noches.

Barcelona, fiel a su esencia, demuestra que puede renovarse y seguir haciendo historia, ahora sin Messi en el campo, pero con su espíritu ganador intacto.

Es nuestra y solo nuestra 🏆 pic.twitter.com/qLVkkTZBsI

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