El Movimiento Semilla atraviesa una crisis interna tras el anuncio de los diputados Samuel Pérez y Román Castellanos de formar una nueva agrupación. Alegan que buscan “refundar” el proyecto ante la cancelación legal del partido. Ocho diputados siguen apoyando al presidente Bernardo Arévalo y a la dirigencia oficial.

El Movimiento Semilla enfrenta una de sus mayores tensiones internas desde su fundación, tras la confirmación de los diputados Samuel Pérez y Román Castellanos de impulsar la formación de una nueva agrupación política.

La decisión ha generado desacuerdos dentro del bloque legislativo y marcó un distanciamiento con la dirigencia que respalda al presidente Bernardo Arévalo.

La jornada se tornó tensa desde el inicio. Una reunión a puerta cerrada, convocada por el diputado Duvalier Castañón para buscar consensos, se vio alterada cuando Pérez y Castellanos facilitaron el ingreso de periodistas, lo que generó incomodidad entre algunos asistentes y confusión sobre la naturaleza del encuentro.

Ambos diputados afirmaron que su propuesta no implica una ruptura con Semilla, sino una “refundación”, derivada de la cancelación legal del partido. Señalaron que buscan retomar el vínculo con las bases territoriales, a las que acusan de haber sido desatendidas por la actual dirección.

En contraste, otro grupo de ocho diputados mantiene su respaldo al presidente Arévalo y al secretario general de Semilla, Abelardo Pinto, quien no asistió a la reunión por estar impedido legalmente de participar en asuntos partidarios.

Entre los legisladores que respaldan al oficialismo están José Carlos Sanabria, Alma Luz Guerrero, Raúl Barrera, Duvalier Castañón y otros cinco congresistas. Guerrero señaló que aunque reconocen la crisis, seguirán bajo la línea institucional del movimiento y que será la militancia quien defina el rumbo ante esta división.

Al concluir la reunión, la diputada Olga Villalta, quien no ha definido públicamente a qué grupo pertenece, aseguró que no se alcanzaron acuerdos concretos, aunque se mantiene abierta la puerta al diálogo. “Hay muchas preguntas sobre ese nuevo partido. No se puede construir desde la opacidad”, señaló.