Genocidio, terrorismo y epistemicidio

Genocidio, terrorismo y epistemicidio

  En estos momentos la humanidad entera a nivel global observamos con indolencia en vivo, a todo color y en tiempo real la brutal acción armada en la Franja de Gaza, que el estado de Israel desarrolla contra población civil desarmada del pueblo palestino. Esta barbarie ocurre desde el 7 de octubre de 2023 con […]

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Resumen Automático

20/06/2025 08:57
Fuente: La Hora 

En estos momentos la humanidad entera a nivel global observamos con indolencia en vivo, a todo color y en tiempo real la brutal acción armada en la Franja de Gaza, que el estado de Israel desarrolla contra población civil desarmada del pueblo palestino. Esta barbarie ocurre desde el 7 de octubre de 2023 con cotidianos bombardeos y tiroteos sobre la ciudad y sus pobladores que hasta ahora, han cobrado la vida de 55,637 y heridas a 129,880 en su mayoría mujeres, niñas, niños y ancianos, según información publicada el miércoles 18 de junio de 2025 por el Ministerio de Salud palestino. Así mismo, afirma que todavía hay cadáveres bajo escombros y explicó que estos no pueden ser rescatados, debido a ataques del ejército israelí.

La conducta criminal del estado sionista califica de genocidio, que según el Diccionario de Lengua Española (DLE) significa: “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad”.

Diversos países de América Latina, la Unión Europea y del Sudeste Asiático condenan las acciones del gobierno israelí, por la misma razón la Corte Penal Internacional (CPI) ha girado orden de captura contra Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, a quien acusan de cometer crímenes de lesa humanidad.

Además de la conducta genocida, el estado de Israel también se exhibe como terrorista, tal como se demostró el viernes 13 de junio de 2025, cuando sorpresivamente lanzó un ataque con potentes misiles y bombas contra objetivos militares y civiles de la República Islámica de Irán. En los primeros tres días de agresión armada eliminaron a los principales comandantes militares de la Guardia Revolucionaria, del ejército iraní y asesinaron a 9 científicos, académicos y sus familias. Los científicos eran parte de los equipos a cargo de desarrollar investigaciones para producir energía nuclear con fines pacíficos. En ese sentido, funcionarios iraníes afirman que las instalaciones nucleares de su país no se utilizan para crear armas, sino que son para fines civiles de producción de energía.

La ofensiva terrorista israelí que ya dura ocho días, provocó la inmediata reacción del Estado de Irán que en actitud de legítima defensa, respondió a los ataques sionistas lanzando misiles hipersónicos que franquearon el “escudo de hierro” israelí e impactaron en objetivos militares y estratégicos de las ciudades de Tel Aviv, Holon y Ramat Gan, causando más de 60 heridos y varios fallecidos. Por su parte, Israel informa que atacó instalaciones nucleares de Natanz, Isfahán y Arak en Irán. Las principales instalaciones nucleares de Irán están ubicadas en las ciudades de Natanz, Fordow, Isfahán y Bushehr. Las bajas de Irán suman 585 muertos y 1,326 heridos.

Netanyahu afirmó que la operación militar “golpeó la cabeza del programa de armamento nuclear de Irán”. Evaluaciones internacionales sostienen que el programa nuclear de Irán no está militarizado y Teherán reitera que no construye una bomba.¿Desde cuándo Irán desarrolla su programa nuclear? Desde 1957 con el apoyo del gobierno de Estados Unidos de Norteamérica (EE. UU.), pues en aquel año el Sha gobernaba Irán, un monarca pro occidental, fiel aliado de los EE.UU. El Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi gobernó 38 años de 1941 hasta 1979 cuando fue derrocado por la Revolución Islámica. Irán inició su programa de energía nuclear en los años 70 pero EE. UU. retiró su apoyo en 1979, cuando el Sha fue derrocado y la revolución convirtió a Irán en una República Islámica, desde entonces creció el temor en occidente por la creencia que Irán, podría utilizar su programa nuclear para producir armas atómicas a partir de uranio altamente enriquecido.

Hasta hoy, Irán forma parte del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNPN) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con el cual se comprometió a no desarrollar bombas. Las plantas nucleares requieren uranio y según la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) organismo de control nuclear de la ONU, ningún otro país tiene el tipo de uranio como el de Irán, sin tener un programa de armas nucleares.

¿Por qué la polémica por el programa nuclear de Irán? Todo el lío es por el enriquecimiento de uranio que se obtiene mediante un proceso para producir combustible para las plantas de energía, pero que según expertos, también puede servir para fabricar bombas nucleares.

A principios de la década de 2000, inspectores internacionales anunciaron que habían encontrado rastros de uranio altamente enriquecido en una planta iraní en Natanz. Irán detuvo temporalmente el enriquecimiento, pero lo reanudó en 2006, insistiendo que estaba permitido en su acuerdo con el TNPN. Esta situación provocó sanciones contra Irán. En 2015 luego de intensas negociaciones, Irán junto a otras seis potencias mundiales firmaron el TNPN que limita la amenaza nuclear de Irán. Este acuerdo obliga a Irán a mantener los niveles de enriquecimiento de uranio no mayor al 3,67%, reducir su reserva de uranio y eliminar gradualmente sus centrifugadoras. El uranio no es apto para fabricar bombas hasta que alcanza un enriquecimiento del 90% de pureza. Las plantas nucleares que generan electricidad usan uranio enriquecido entre 3,5% y 5%.

Por otra parte, el estado de Israel además de ser responsable de crímenes de lesa humanidad, suma crímenes de científicos y académicos especializados y sus familias, es un ataque a la ciencia y al intelecto no occidental lo que califica como epistemicidio, que significa: “La destrucción o aniquilación sistemática de sistemas de conocimiento, saberes y prácticas de un grupo social o cultural específico, a menudo como resultado de procesos de colonización o dominación. Implica la marginación, jerarquización y, en última instancia, la eliminación de conocimientos que no se ajustan a la visión del mundo dominante”.

El autor de este vocablo es el sociólogo Boaventura de Sousa Santos, quien destaca las desigualdades epistémicas entre diferentes culturas que implica, imponer un sistema de conocimiento occidental como superior e invisibilizar otros conocimientos. Ejemplos de epistemicidio: Destrucción de códices prehispánicos durante la conquista de América, que representó la pérdida de historia y cultura de pueblos indígenas. Imposición del cristianismo y destrucción de centros ceremoniales indígenas para imponer la religión occidental dominante. Discriminación y exclusión de saberes y prácticas de grupos marginados en educación y sociedad en general. El epistemicidio alude a la pérdida de conocimiento, de identidades, cosmovisiones y formas de organización social.