Tres de cada 10 estudiantes de primero primaria tienen baja talla para su edad, un indicador de desnutrición crónica

Tres de cada 10 estudiantes de primero primaria tienen baja talla para su edad, un indicador de desnutrición crónica

El Quinto Censo Nacional de Talla en Escolares revela que el 31.7% de los alumnos tiene estatura inferior a la esperada, una señal de desnutrición crónica. La prevalencia es mayor en Totonicapán, Huehuetenango y Quiché.

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14/05/2025 00:02
Fuente: Prensa Libre 

En una década, la desnutrición crónica en niños de primer grado de primaria disminuyó 5.9 puntos a nivel nacional, revela el Quinto Censo Nacional de Talla en Escolares, presentado este 13 de mayo. Es una reducción de 0.6 puntos por año, muy por debajo de la disminución de dos puntos que se considera ideal, de acuerdo con la titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesán).

La medición entre escolares del sector público muestra una reducción en la prevalencia de la desnutrición crónica ―baja talla― entre 2015, cuando llegó al 37.6%, y 2024, que fue de 31.7%.Ne

Pese a ello, tres de cada 10 escolares entre 6 y 9 años continúan presentando una baja talla para su edad. El dato se vuelve más crudo en municipios como San Mateo Ixtatán, San Juan Atitán y Colotenango, en Huehuetenango, donde siete de cada 10 niños presentan una baja estatura, y la cifra está por arriba de la media departamental, que se ubica en cuatro de cada 10.

El censo muestra contrastes en la realidad que aqueja a la población infantil en el tema nutricional, pues, contrario a lo que sucede en los municipios antes mencionados, en la ciudad capital y en El Progreso la prevalencia disminuye a uno de cada 10.

La medición se efectuó en septiembre pasado a 380 mil 594 estudiantes del primer grado de primaria en 16 mil 303 centros educativos del sector público. Por esa razón, los datos solo reflejan la baja talla en niños dentro del sistema educativo y deja fuera a quienes no asisten a una escuela. El proceso estuvo a cargo del Ministerio de Educación y de la Sesán.

Contrastes

El informe clasifica los departamentos por su vulnerabilidad nutricional, según el retardo en talla de los niños, y en una posición de alto riesgo está Totonicapán, con 48.6% de niños afectados por arriba de la media nacional, que es de 31.7%. En ese mismo rango de fragilidad están Quiché, Huehuetenango, Chiquimula, Sololá y Alta Verapaz.

Mientras que, en el otro extremo, en una condición baja, figuran la ciudad de Guatemala, El Progreso, Jutiapa, Santa Rosa y Escuintla, que se alejan hasta 19.1 puntos del promedio del país.

Al segregar los datos por área de residencia, el retardo en talla de niños que viven en el sector urbano es de 18.3%, mientras que en zonas rurales hay 34.8% de niños afectados.

Los resultados del censo indican que la baja estatura es más evidente en la población infantil de 9 años, con 45.6% de menores con desnutrición crónica, y en los escolares de 6 años, el porcentaje es de 32.1%.

Por otro lado, a escala nacional, la talla promedio de las niñas de 6 años fue 9 cm más baja que el estándar de referencia de la Organización Mundial de la Salud. En el caso de las que tenían 9 años, la diferencia fue de 12 cm.

Mientras que los varones de 6 años tenían 7.6 cm menos con respecto al patrón de referencia internacional, y en los de 9 años la diferencia fue de 11.3 cm.

Lento avance

Desde la primera edición del Censo Nacional de Talla en Escolares, en 1986, se observa una reducción consistente de la desnutrición crónica en los niños que cursan el primer grado de primaria del sector oficial. En ese momento, la mitad de los escolares tenía baja talla (51.1%).

Quince años después, la evaluación mostró una reducción de 1.4 puntos y reveló que 49.8% de los escolares estaba desnutrido. Una tercera medición se efectuó en 2008 y evidenció una disminución de 4.2 puntos, pero el mayor descenso fue de 8 puntos, observado en el censo de 2015.

Ahora, este quinto censo indica que la desnutrición crónica se redujo 5.9 puntos durante una década. Mireya Palmieri, titular de la Sesán, explica que fue una reducción anual de 0.6 puntos porcentuales, cuando el ideal debería ser de 2 por año.

Agrega que los resultados del censo son un reflejo del alcance de los programas contra la desnutrición de gobiernos previos, en este caso, de la Estrategia Nacional para la Prevención de la Desnutrición Crónica (2016-2020) y la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición (2020-2024).

Las autoridades informaron que los resultados aún deben ser validado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y luego de ese proceso, el documento será socializado.

Los datos también serán utilizados para validar la propuesta de municipios priorizados de la estrategia Mano a Mano, entre otras acciones de política pública.

Efecto a largo plazo

Tener una estatura por debajo de la edad es una señal visible de desnutrición crónica, relacionada con un desequilibrio nutricional sostenido en el tiempo. Esta condición pone en desventaja a la niñez en Guatemala, pues no solo afecta su talla, sino que también ocasiona daño cognitivo irreversible, afectando la capacidad de aprendizaje en la etapa escolar y con impacto en la vida adulta, de acuerdo con informes sobre la situación de la niñez en Guatemala.

Un niño con esa condición pierde hasta 40% de sus neuronas potenciales, y el deterioro es de por vida, según informes de Unicef.

Palmieri señala que el indicador de talla para la edad expresa la historia nutricional, de lo que los niños pudieron o no comer antes de cursar el primer grado de primaria, de las veces que se enfermaron y del acceso a los servicios de salud, así como de las condiciones de vivienda ―hacinamiento, agua y saneamiento, material de paredes, techo y piso―.

Agrega que la información que proporciona el Quinto Censo Nacional de Talla ayudará a las instituciones a reorganizar y orientar las acciones en lugares donde la prevalencia de la desnutrición crónica es más alta. Los datos también serán utilizados para validar la propuesta de municipios priorizados de la estrategia Mano a Mano.

Anabella Giracca, ministra de Educación, menciona que estos resultados presentan un reto para la cartera, enfocado en fortalecer y ampliar los programas de atención a la primera infancia.

“Si de entrada no lo podemos hacer a nivel nacional, estos datos nos permiten ir escogiendo y viendo dónde están los municipios en los que debemos enfocarnos con prioridad”, dijo Giracca.

Cabe resaltar que el informe del Quinto Censo Nacional de Talla aún debe ser validado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y luego de ese proceso, el documento será socializado.