El Calvario de las y los Discriminados

El Calvario de las y los Discriminados

En el Viernes Santo de 2025, las y los guatemaltecos salimos a las calles a ver las procesiones y, si bien nuestro pensamiento se concentra en la figura de Jesús, que carga su cruz en su viacrucis para morir en el Gólgota, también las grandes multitudes se ven a sí mismas como víctimas de abusos […]

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18/04/2025 12:24
Fuente: La Hora 

En el Viernes Santo de 2025, las y los guatemaltecos salimos a las calles a ver las procesiones y, si bien nuestro pensamiento se concentra en la figura de Jesús, que carga su cruz en su viacrucis para morir en el Gólgota, también las grandes multitudes se ven a sí mismas como víctimas de abusos y castigos que nunca merecieron. Saben que la Pasión de Cristo fue la necesaria antelación al hecho en que se fundamenta el cristianismo: ¡La Resurrección de Jesucristo!; pero no ven en Antigua Guatemala, ni en la capital, ni en los diversos pueblos en que se acompaña al Nazareno, la esperanza que refleje, en la vida cotidiana, la Pascua de Resurrección.

He comprendido, sin sentirme víctima, aunque sí migrante y exiliado, el “calvario del migrante”, para la búsqueda de migrantes desaparecidos en su trayecto por México o su entrada a Estados Unidos. Es un viacrucis de familiares de migrantes ante sus desapariciones, ya sea en accidentes o por asesinatos y secuestros, tanto a manos de criminales, algunos de ellos “coyotes”, como de agentes mexicanos y estadounidenses y otros seres inhumanos enloquecidos de xenofobia en EE.UU. Me he unido al pesar de familiares y amistades de este nuevo conjunto de víctimas, he apoyado sus inquebrantables esfuerzos y he sugerido formas de reducir a cero las desapariciones de migrantes de todas las edades y condiciones, al igual que en el pasado me uní a la lucha para llevar a cero las detenciones-desapariciones de los Estados represivos, particularmente Guatemala. Se ha logrado poco.

Hoy, el calvario de las y los migrantes en su ruta y acceso al Norte, plagados de amenazas y agresiones, así como de racismo y discriminación, se ha exacerbado con la política antiinmigrante de Donald Trump -émulo del Fürher nazi, con tanto odio por la inmigración del Sur como tuvo Hitler por las y los judíos- que se ha propuesto deportar a un millón de personas en este año, con especial desprecio por las y los centroamericanos. Las acciones de la ICE, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, que no solamente se producen en las fronteras y puntos de ingreso, sino que también ocurren, impunemente, en todo el territorio estadounidense, nos recuerdan, debido a sus abusos y ferocidad, a la Gestapo (policía secreta) o a las SS (tropas especiales) en la Alemania nazi y Europa ocupada.

Resalto hoy, al presenciar tanto dolor entre las familias guatemaltecas por sus familiares migrantes, perseguidos y/o deportados, otro calvario presente en nuestro país, fruto del racismo y la discriminación, que los pueblos indígenas han vivido durante cinco siglos. Bernardo Caal Xol condena este calvario de las y los discriminados: «En estos días que muchos hablan de reflexiones…y hasta de arrepentimiento…no hay necesidad de ir a otros montes, a otros cerros o a otros ríos…El cáliz amargo se toma casi todos los días por estas tierras…quiero reflexionar sobre los ataques constantes sobre el pueblo Maya Q´eqchí…[En su] territorio…el saqueado es constante, se llevan los minerales…camionadas de madera…Por si alguien alza la voz, es criminalizado y capturado. Este es el verdadero sufrimiento en Guatemala». Meditemos y actuemos.