El Napoli de Antonio Conte sigue firme en su lucha por el Scudetto tras vencer por la mínima a un combativo Cagliari, en un duelo tenso que parecía encaminarse al empate hasta que Scott McTominay rompió el cerrojo en el cierre del primer tiempo con una genialidad.

Un gol de campeón

Corría el minuto 42 cuando, en un partido cerrado y sin demasiadas llegadas claras, apareció la calidad individual para inclinar la balanza. Matteo Politano desbordó por derecha, enganchó hacia el medio y envió un preciso centro con su zurda. McTominay, bien marcado y sujetado por Yerry Mina, se las ingenió para conectar una tijera espectacular que picó antes de entrar, dejando sin respuesta al arquero albanés Alen Sherri.

El Estadio Diego Armando Maradona estalló en júbilo: jugadores, cuerpo técnico y afición celebraron con euforia un tanto que puede valer oro.

Momento decisivo

El gol del escocés, ex del Manchester United, no solo desbloqueó un encuentro trabado, sino que fue clave para mantener al Napoli en lo más alto de la tabla. Inter, su perseguidor directo, ganaba su partido ante Como, lo que obligaba a los de Conte a sumar de a tres para no perder el liderazgo. Y así fue.

McTominay, héroe inesperado

Con 12 goles en su primera temporada en Serie A, McTominay ha sido uno de los grandes aciertos del mercado napolitano. Su impacto ha sido creciente, y sus últimos seis tantos han llegado en los tramos más decisivos, desde las primeras fechas, convirtiéndose en el factor diferencial del equipo en la lucha por el título.

Con esta victoria, el Napoli se mantiene firme en la cima del campeonato italiano y alimenta su ilusión de lograr el cuarto Scudetto de su historia. Conte, especialista en títulos ligueros, ha construido un equipo competitivo y con carácter, que sabe sufrir y responder cuando más lo necesita.