Peligros ocultos de los retos en TikTok: lo que padres, niños y jóvenes deben saber

Peligros ocultos de los retos en TikTok: lo que padres, niños y jóvenes deben saber

La muerte de un joven tras participar en un reto viral difundido en TikTok reabre el debate sobre los peligros que enfrentan niños y adolescentes en redes sociales. Expertos y entidades como Unicef advierten sobre la necesidad de educar y acompañar en el uso responsable de la tecnología.

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06/08/2025 18:01
Fuente: Prensa Libre 

En agosto 2025 ha trascendido un video en vivo que fue publicado en TikTok y terminó en tragedia. Unjoven murió ahogado en un reto donde tenía que aguantar la respiración en una tina pequeña de madera. Aunque el caso es de febrero de 2024 fue ahora que se dieron a conocer las imásgenes y ha sido un tema que ha llevado a reflexionar a los internaturas acerca de los retos que podrían poner en peligro a niños y adolescentes.

Desde la pandemia, niños y adolescentes se enfrentan en TikTok a los retos virales —o challenges, como también se les llama—: tendencias o modas, generalmente en formato de video corto o fotografía, en las que imitan lo que ven, ya sea a personas famosas, influencers o compañeros que suben contenidos a redes sociales, explica Martina López, especialista en seguridad de la información de Eset para Latinoamérica.

La experta comenta que existen retos inofensivos, incluso algunos con objetivos positivos. Hace algunos años se viralizó el Ice Bucket Challenge, que consistía en tirarse un balde de agua fría y buscaba apoyar la visibilización de la esclerosis múltiple. Era, en general, una iniciativa benigna.

“Sin embargo, hay otros retos que pueden tener consecuencias neutras, como hacer una pose rara o sacarse una foto divertida. Pero también existen los peligrosos: desde comer ciertos alimentos hasta dejar de respirar por un tiempo, y estos han llevado incluso a casos reales de muertes en diferentes países del mundo”, explica López.

López señala que esta realidad no discrimina por país. El rango etario es amplio: desde niños pequeños —que, aunque no deberían tener acceso a redes sociales, lo tienen— hasta adolescentes y jóvenes adultos.

¿Deben involucrarse completamente los padres en lo que ven sus hijos?

“El factor clave es lograr un balance. Es cierto que hay ciertas edades en las que lo recomendado es involucrarse más: saber con quién se está contactando el niño o la niña. Generalmente hablamos de edades preadolescentes, de 10 u 11 años para abajo”, indica López.

Con el paso del tiempo, los adolescentes comienzan a hablar con amistades sobre diversos asuntos y surgen las primeras relaciones amorosas. “La clave para mantener un equilibrio saludable es, en primer lugar, informarse como madres, padres o cuidadores, conocer qué herramientas existen; por ejemplo, las herramientas de control parental, que son de las más utilizadas”, agrega.

En ese sentido, los controles parentales son útiles no tanto para revisar contenido, sino para conocer qué aplicaciones instalan o a qué acceden. Además, es clave observar el comportamiento del niño o la niña.

“Si, por ejemplo, ya no quiere ir a la escuela o se siente mal físicamente cada vez que debe asistir, quizá uno como padre o madre piense: “Ah, es simplemente haraganería, no quiere ir”. Pero puede que esté atravesando un problema con un compañero o compañera. Son elementos que van mucho más allá del simple monitoreo digital. Requieren un abordaje complejo”, puntualiza.

Se buscan fortalecer medidas para el uso de redes sociales en niños y adolescentes. (Foto Prensa Libre: EFE)

También recomienda mantener un diálogo constante. La confianza y el interés por saber qué sitios visitan o con quién conversan son formas válidas de acercamiento.

“Es fundamental que ese diálogo haya sido suficientemente amplio y sostenido a lo largo del tiempo, desde años anteriores. Así, si en algún momento tienen un problema o están atravesando una situación difícil, sabrán que pueden contárnoslo”, afirma López.

“Ser madre o padre hoy por hoy implica enfrentar desafíos que, probablemente, no existían cuando nosotros crecimos. No tuvimos la misma tecnología. Por eso, no se trata solo de que los niños aprendan de nosotros como adultos responsables, sino también de que nosotros aprendamos de ellos: de cómo se mueven hoy en día en internet”, concluye.

Unicef: educar para un uso responsable de la tecnología

Unicef ha compartido que internet, las redes sociales y el mundo digital en su conjunto tienen un enorme potencial educativo y son herramientas valiosas para contribuir a hacer efectivos derechos de la infancia, como el derecho a la información y la libertad de expresión. Sin embargo, también presentan riesgos sobre los cuales es necesario educar, y que conviene abordar en las aulas de forma directa, explícita e intencional.

La entidad agrega que los adultos tienen la tarea de acompañar y educar en el uso saludable de las pantallas, una labor que se ha convertido en un reto para muchas familias y que puede generar dudas, frustración y confusión.

“Las niñas y los niños necesitan que les guiemos para tomar decisiones en todos los ámbitos de su vida. Esto incluye la tecnología: un uso adecuado puede evitar problemas de convivencia en casa y en el colegio. Por ejemplo, se ha visto que dormir con el móvil y conectarse de madrugada triplica la exposición a los riesgos de internet y al contacto con desconocidos”, señala la página oficial.

Desde el primer contacto con la tecnología, las niñas y los niños necesitan orientación, acompañamiento y consejos para aprender a usarla correctamente. Es clave establecer hábitos de uso y horarios desde el principio.

¿Qué pueden hacer madres, padres o cuidadores?

Unicef sugiere planificar cuidadosamente la entrega del primer teléfono móvil. Para ello, se deben considerar tanto la edad del menor como su nivel de madurez. Además, recomienda:

  • Conversar abiertamente sobre el uso de internet y redes sociales.
  • Establecer normas claras y horarios que incluyan tiempos de descanso y desconexión.
  • Informarse sobre los contenidos, aplicaciones y juegos que les interesan a sus hijos.
  • Compartir experiencias digitales para fomentar la confianza y la comunicación.

Educar para el uso responsable de la tecnología, con empatía y acompañamiento constante, puede ser una de las herramientas más valiosas para proteger a niños y adolescentes frente a los peligros que hoy circulan en las redes.