La paternidad por elección implica una decisión consciente de ejercer este rol pese a la ausencia de un vínculo biológico. Esta es la historia de Luis Pinto, un padre que eligió este camino desde hace más de dos años.

Según Pinto, él y su esposa Carol hablaron sobre formar una familia desde que eran novios y decidieron que querían tener hijos, ya fueran biológicos o adoptados.

Ese anhelo que habían visualizado antes del matrimonio se hizo realidad hace más de dos años, con la llegada de las hermanas Fátima y Valentina (conocidas como Fati y Vale), hijas adoptivas de los esposos Pinto.

Aunque el trámite de adopciones conlleva una serie de procesos que toman tiempo, finalmente el sueño se concretó y la familia creció con la llegada de las niñas. Este proyecto de vida se concretó a través del proceso de adopción que se efectúa en Guatemala por medio del Consejo Nacional de Adopciones (CNA).

La diadema de mariposa: un sueño que se convirtió en realidad

En diversas ocasiones, Don Luis ha narrado cómo fue el sueño previo a la llegada de las niñas. “Un día común y corriente tomé una siesta (…). Soñé en cuestión de 20 minutos que estaba en un campo verde corriendo y vi una niña de espaldas. Yo estaba jugando con ella y lo curioso fue que le vi una diadema de mariposa”, relata. Al respecto, añade que su hermano tuvo un sueño similar 15 días después.

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De acuerdo con esta narración, fue un sueño bastante vívido que compartió con su esposa, quien le pidió que encomendaran ese sueño a Dios. Otra de las curiosidades sobre este hecho es que, el día de la adopción, una de las niñas llevaba una diadema con esas características.

La belleza de lo cotidiano para la familia Pinto

Aunque la crianza conlleva diversos desafíos, el proceso de adaptación fue noble, según lo describe Don Luis. El vínculo entre las niñas y sus padres creció con cierta rapidez y, en la actualidad, la familia cuenta con sus propias rutinas de vida. Aunque ambos padres tienen varias ocupaciones tanto laborales como relacionadas con su rol como pastores, se organizan de la mejor forma posible para dedicar el tiempo necesario a la educación de sus hijas.

Fátima y Valentina se levantan temprano cada día, asisten al colegio y, al regresar, es habitual que compartan un helado con sus padres, una actividad que disfrutan enormemente, según cuenta. Además, indica que han formado ciertos hábitos saludables para que las niñas crezcan sanas y fuertes a nivel físico, pero también espiritual: “La paternidad es algo maravilloso”, expresa.

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Alegrías y retos de la paternidad

Don Luis afirma que en algún momento pensó que no estaba preparado para ser padre. Sin embargo, se fue convenciendo de que la paternidad era un rol que deseaba ejercer y que es un papel vital en nuestra sociedad en estos días.

Además, comenta que su hija mayor, Fátima, ya comprende su historia como hija adoptiva de la familia. Al respecto, sus padres le han inculcado que ella tiene un propósito de vida y que existe una razón por la que forma parte de ese entorno familiar.

Pese a cualquier reto que la paternidad pueda traer consigo, Don Luis enfatiza que ejercerla con amor y responsabilidad es más importante que nunca.

Consejos para otros padres

Don Luis recalca que, para ejercer una buena paternidad, es importante sanar heridas relacionadas con la infancia. En ese sentido, comenta que, aunque su padre fue estricto, tuvo un modelo de papá a seguir, ya que estaba presente en sus vidas.

Además, puntualiza que la paternidad no solo se trata de proveer económicamente, sino de cumplir con una serie de tareas enfocadas en la crianza de los hijos a tiempo completo: “No somos ayudantes de nuestras esposas; la responsabilidad es de ambos padres”, comenta.

En la actualidad, la convivencia familiar se fortalece día con día, ya que cada jornada representa una nueva aventura que trae su propio aprendizaje, según cuenta Don Luis.