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Crecimiento proyectado de 3.8% depende de estabilidad externa, mejora en infraestructura y confianza del inversionista
El Banco de Guatemala mantiene sus perspectivas de crecimiento económico para el país en 3.8% en 2025, luego de haberlas reducido en 0.2 puntos porcentuales en abril pasado.
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Johny Gramajo, gerente económico del Banco de Guatemala (Banguat), confirmó que se proyecta un crecimiento de 3.8% para 2025, tras un ajuste reciente desde el 4%. Este cambio se deriva, principalmente, de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó a la baja de forma drástica las previsiones de crecimiento para Estados Unidos, pasando de 2.7% a 1.8%, siendo este el principal socio comercial de Guatemala.
En el caso nacional, el crecimiento acumulado hasta abril es de 3.8% y, si no ocurre ningún evento extraordinario, se estima que el año 2025 cerrará con la cifra ajustada recientemente.
Respecto de Latinoamérica, Gramajo refirió que la región ha crecido, en promedio, 2% anual por más de una década, debido a problemas en economías como México y Brasil, lo cual afecta el promedio regional.
Guatemala ha registrado crecimientos económicos superiores al promedio mundial en los últimos años, y este sería el cuarto año consecutivo en que el país crecería por encima de su potencial, estimado en 3.5%. Además, se encuentra dentro de un reducido grupo de países —de los 191 miembros del FMI— que crecerá por encima de su potencial este año.
Como respaldo a estas afirmaciones, indicó que las exportaciones crecieron 11.2% en el primer cuatrimestre, aunque advirtió que ese ritmo disminuirá en los próximos meses.
El país presenta poca volatilidad y, a largo plazo, se espera que mantenga un crecimiento promedio cercano al 3.5% anual, agregó.
Gramajo explicó que, según el FMI, los países se clasifican como economías de mercado en desarrollo, emergentes y avanzadas. Guatemala se ubica entre los niveles de desarrollo y emergente. Indicó que las economías emergentes han crecido en promedio 6% para superar la categoría de desarrollo.
¿Qué inversión se necesita para crecer 5% anual?
Según una métrica elaborada por el Banguat, Guatemala podría crecer a un ritmo intermedio de 5%, pero para alcanzar el grado de inversión sería necesario que el PIB per cápita aumente en US$5 mil respecto del actual.
Actualmente, los niveles de inversión total respecto del PIB son de 16%. Para alcanzar el objetivo, deberían situarse en 27%, lo que implica una inversión anual de US$7 mil millones durante un período de cinco años, destinados completamente a infraestructura.
“Consideramos que un tercio de esos US$7 mil millones podrían ser inversión pública, pero dos tercios tendrían que provenir del sector privado. Para ello, es relevante la aprobación de reformas a la Ley de Alianzas Público-Privadas que facilitarían la inversión nacional e internacional en infraestructura”, señaló el funcionario.
El Banguat estima que US$1 invertido en infraestructura genera un incremento de US$0.65 en el PIB nominal. Gramajo explicó que la inversión en infraestructura es especialmente productiva en países con niveles bajos de desarrollo en este sector, ya que tiene un efecto multiplicador en el empleo y el crecimiento potencial.
“Guatemala, lamentablemente, parece un país avanzado en retroceso, porque su crecimiento es impulsado por el consumo, no por la inversión ni las exportaciones”, expresó Gramajo. Citó el caso de China, a quien se recomendaba fomentar el consumo, ya que su crecimiento se basaba en inversión pública y exportaciones, mientras que Guatemala debería incrementar sostenidamente su inversión. Alcanzar el promedio de inversión de las economías más grandes de Latinoamérica —del 16% actual al 27%— es clave para un país con fuertes necesidades sociales. También debe invertirse en capital humano, como educación y salud, lo cual incrementa el PIB potencial.
Tasa líder
Respecto de la tasa de interés líder, Gramajo indicó que la inflación en mayo fue de 1.69%, por debajo del límite inferior de la meta (3%, con una meta de 4% ± 1). Explicó que la baja se debe a factores transitorios, como la reducción en precios de combustibles, subsidios al servicio eléctrico y correcciones en productos agrícolas.
Señaló que la inflación subyacente ronda el 3.8%, cerca del valor central de la meta, y añadió que la posibilidad de bajar la tasa se ha discutido en la Junta Monetaria, aunque la decisión es colegiada. Indicó que se están gestando condiciones para una eventual reducción.
Remesas
Sobre las remesas, el Banguat prevé un fuerte dinamismo durante 2025. Sin embargo, advirtió que de aprobarse en Estados Unidos un impuesto de 3.5% a partir del 1 de enero de 2026, y si los migrantes no pudieran absorberlo, las remesas podrían reducirse en US$860 millones respecto de los US$24,600 millones estimados, lo cual representaría una baja de 0.5% del PIB.
Aunque el impacto macroeconómico sería menor —ya que la previsión de crecimiento para 2026 se ajustaría de 3.9% a 3.85%—, a nivel microeconómico el impacto en los hogares sería significativo. Para 30% de los beneficiarios, las remesas son su único ingreso, según el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos.
Exportaciones
En cuanto a las exportaciones, que mostraron un crecimiento interanual de 11.2% hasta abril, Gramajo explicó que en el último trimestre de 2024 se registró un crecimiento elevado, lo que provocará una baja en la tasa interanual durante el resto de 2025, al compararse con una base alta.
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— FUNDESA (@FUNDESA) June 10, 2025
y Financieras 2025.
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Por ello, se ajustó a la baja la previsión de crecimiento de exportaciones para 2025, de 5% a 2%, aunque esta cifra podría modificarse dependiendo de los aranceles que Estados Unidos imponga y los resultados de las negociaciones comerciales.
Vestuario y textiles refleja caídas
Luis Óscar Estrada, director ejecutivo de la Asociación de Industrias de Vestuario y Textiles (Vestex), explicó que el país se especializa en un clúster que genera 57% de valor agregado. Sin embargo, el alto costo de las prestaciones laborales sigue siendo un obstáculo, según expuso.
Actualmente, las exportaciones del sector decrecen semana a semana, en gran parte por la incertidumbre generada por el aumento de aranceles. Esta semana, por ejemplo, se exportaron 150 mil docenas menos que la anterior.
Los compradores piden reducción de pedidos, de precios, de impuestos (ya que les piden a los exportadores que deben absorber los aranceles), y plazos de entrega, lo que ha generado incertidumbre, dijo Estrada.
Perspectivas regionales
Durante el evento sobre Perspectivas Económicas Globales y de Comercio para el País, organizado por Fundesa, Daniel González Sesmas, de Deloitte, expuso que el panorama regional ha cambiado debido al nuevo régimen arancelario estadounidense.
Centroamérica enfrenta una baja en la actividad económica, debido a la desaceleración de EE. UU. y a la incertidumbre por los aranceles. Deloitte estima un crecimiento regional de 3.6% (antes 3.9%). Guatemala pasaría de 3.6% a 3.5%, siendo el país menos afectado, a excepción de Panamá, que mejora su proyección.
Los cinco productos más expuestos son: vestuario, banano, café, frutas y azúcar, que en conjunto representan 70% de las exportaciones guatemaltecas a EE. UU.
Sin embargo, también hay oportunidades, ya que lo que Guatemala exporta representa solo 4% de las importaciones totales de EE. UU., por lo que hay espacio para diversificar mercados, explicó González.
Deloitte considera que, para alcanzar el crecimiento de 3.8% proyectado por el Banguat, es necesario seguir mejorando la inversión en infraestructura y aprobar leyes que estimulen la inversión. Los sectores más dinámicos en 2025 serían servicios financieros y construcción, aunque el turismo podría verse afectado por una contracción del consumo estadounidense.
En cuanto a remesas, se prevé un buen cierre de 2025, impulsado por la política migratoria y un anticipo de envíos para evitar el impuesto propuesto. Según Ankit Sharma, especialista en banca y remesas de Deloitte, el impacto podría representar una caída de entre US$600 millones y US$1 mil millones.