Día del Libro: por qué se celebra y cómo leer transforma la mente

Día del Libro: por qué se celebra y cómo leer transforma la mente

Leer es el arte de explorar diferentes mundos con la imaginación, pero más que eso, la lectura tiene un gran impacto psicológico y social en las personas.

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23/04/2025 12:10
Fuente: Prensa Libre 

“Leer es el arte de explorar con la imaginación”, dice un viejo refrán. Cada libro es una puerta al descubrimiento: abre mundos, expande conocimientos y permite que lo que leemos se mezcle con lo que visualizamos. Más que un hábito, la lectura es una oportunidad para crecer, comprender y disfrutar otras realidades, otras aventuras.

Cada 23 de abril, el mundo celebra el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, una fecha simbólica para la literatura y el pensamiento humano. Proclamada en 1995 por la Unesco, la conmemoración busca rendir homenaje al poder de la palabra escrita y fomentar la lectura como una herramienta de transformación cultural y personal.

La fecha hace alusión al fallecimiento de figuras clave como el Inca Garcilaso de la Vega, primer cronista mestizo de América, y rinde tributo a Miguel de Cervantes y William Shakespeare, aunque sus muertes no coinciden exactamente. Cervantes falleció el 22 de abril, mientras que Shakespeare murió hacia el 3 de mayo; sin embargo, según el calendario juliano vigente en Inglaterra, se registró el 23 de abril de 1616.

Más allá de estas coincidencias, el objetivo de este día es claro: inspirar a la humanidad a leer. Porque la lectura amplía nuestra visión del mundo, fortalece el pensamiento crítico y estimula la imaginación, al tiempo que nutre los entornos psicológicos y sociales de las personas.

Más que una ventana al mundo, una transformación de la mente

Por décadas, la sociedad ha repetido que la lectura es una ventana al mundo, pero más que eso, es una oportunidad para transformar y fortalecer el pensamiento, volviéndose una brújula de conocimiento y un impulso para la imaginación que enriquece la mente.

Ximena Fuentes Molina, psicóloga clínica, destaca que la lectura mejora la memoria, el vocabulario, la autorregulación emocional y brinda al lector nuevas herramientas para resolver problemas.

“Nos ayuda a ver el mundo desde otros ojos y, sobre todo, a conocernos mejor”, indica la experta. Asimismo, añade que, psicológicamente, la lectura es un gran benefactor en el fortalecimiento y la exploración de las emociones.

Fuentes resalta que otro de los beneficios de la lectura es que facilita el diálogo interno, la empatía y la comprensión del entorno, lo cual es esencial en el desarrollo humano, principalmente en la niñez y adolescencia.

Más que un recurso humano, la lectura explora las capacidades del ser y se convierte en una forma de ampliar la mirada más allá de los límites culturales o personales.

La psicóloga enfatiza que, en el caso de los niños, la lectura cultiva la imaginación y potencia la resolución creativa de conflictos.

Leer más: Día del libro: Lecturas para el desarrollo psicológico y crítico de niños y jóvenes

Guía emocional infantil

Durante los primeros años de colegio, los niños inician su acercamiento al mundo de la lectura. Libros como Barbuchín, Libro Nacho, Victoria o El principito despiertan su interés lector y fomentan la exploración imaginativa. Sin embargo, su valor va más allá del aprendizaje mecánico: esta práctica tiene un efecto terapéutico.

La psicóloga clínica Ximena Fuentes explica que los libros pueden ser herramientas útiles para acompañar procesos emocionales complejos, como el duelo, la llegada de un nuevo hermano, una mudanza o el divorcio de los padres.

“En lugar de decirle a un niño ‘tus papás se van a divorciar’, se puede usar una historia con un personaje que vive una situación similar. Así, el niño proyecta su experiencia, comprende el proceso y encuentra una forma más amable de enfrentarlo”, señala la experta.

Fuentes enfatiza que leer es como trazar un mapa antes de un viaje: permite saber qué caminos tomar y qué esperar. No obstante, también representa el propio viaje, en el cual surgen imprevistos, situaciones por resolver o misterios que ayudan al niño a formarse en los distintos ámbitos de su vida y lo preparan para afrontar la vida adulta.

“La literatura brinda esa seguridad emocional”, destaca la psicóloga, “pues, a través de los personajes, las personas exploran sus emociones y fortalecen su toma de decisiones, lo cual les brinda seguridad en sus relaciones, en el trabajo o en la vida misma”.

“En cada historia hay una chispa de humanidad, una pista para entendernos mejor” afirma González. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Lectura en Guatemala: un hábito por impulsar

En Guatemala, los niveles de lectura disminuyen año con año, un fenómeno atribuido, entre otros factores, al uso creciente de la tecnología. La escritora y profesora Claudia Chinchilla destaca que, en países como este, el hábito lector sigue siendo un reto, y esta conmemoración debe servir para potenciar su práctica.

“No celebramos el Día del Libro porque ya seamos un país lector, sino porque tenemos el potencial para serlo. Esta fecha debe ser un llamado a darle vida al país desde la lectura. Hay tantos libros, tantas voces, tantos niños esperando que alguien les diga: ‘Dale una oportunidad al libro’”, expresó Chinchilla.

La escritora resalta que leer no es solo un acto intelectual, sino una necesidad humana para impulsar una revolución silenciosa. Destaca, además, que esta práctica cultiva el pensamiento crítico, fortalece la creatividad y siembra esperanza en contextos de desigualdad y exclusión, como los que enfrenta Guatemala.

La lectura es un acto de libertad y creación

“Porque cada libro abierto es una puerta nueva”, afirma María González, gestora cultural, quien resalta que, a través de los libros, la humanidad accede al conocimiento y a la posibilidad de expresarse mejor.

“Cada emoción o pensamiento puede traducirse en palabras. Los libros dejan huella, dan permanencia a lo que la tradición oral también ha transmitido, pero que, al escribirse, se vuelve legado”, detalla González.

La experta insiste en que leer implica comprender, interpretar y crear, lo cual es esencial para la vida. Por ello, subraya que el Estado debe garantizar que todos los niños y adolescentes en Guatemala aprendan a leer con comprensión.

“Leer no es solo decodificar sonidos. Es formar ideas, pensar críticamente e imaginar otros mundos posibles.”

Este simple acto de leer brinda libertad tanto al lector como al escritor, ya que, para González, la escritura también es un acto de rebeldía y liberación. Existen autores que, al escribir, encuentran un espacio para dejar huella y abrir brecha para otras generaciones, acciones que no podrían realizar de forma oral.