Presidente, es hora de marcar el rumbo del país

Presidente, es hora de marcar el rumbo del país

Reformas estructurales requieren voluntad política, capacidad y compromiso ciudadano.

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Resumen Automático

21/04/2025 00:02
Fuente: Prensa Libre 

Después del feriado, los guatemaltecos han tomado aire y han cargado pilas para seguir adelante. Cae bien una pausa y la reflexión.

Reformas estructurales requieren voluntad política, capacidad y compromiso ciudadano.

El primer cuatrimestre del año fue realmente penoso para el país. Tras un año de gobierno, con alguna experiencia adquirida y conformación de un equipo, debieran presentar y poner en marcha un plan con base en sus promesas, con algunas prioridades y proyectos claves.

El país sigue con sistemas obsoletos que nos han traído hasta acá. Con resultados nefastos como más burocracia, poca capacidad de ejecución, sin servicios públicos de calidad y carente de rumbo —y teniendo recursos—. Al no ejecutar ni tener capacidad de gestión, distintos empleados públicos y funcionarios terminarán peleándose por el botín, endeudando al país.

Muy deplorable lo que está sucediendo con los diputados. Aunque la Corte de Constitucionalidad los apoye en el aumento de su salario base —que pasó de Q29,550 a Q46,700 mensuales—, la mayoría de la población ha expresado que está totalmente en contra. Error de la junta directiva anunciar el 25 de marzo que daban marcha atrás al aumento. Desde ese anuncio prácticamente no ha estado funcionando el Congreso. Algunas bancadas no están de acuerdo. No se han celebrado reuniones de jefes de bloques ni sesiones ordinarias, y apenas se realizó una interpelación con poco avance. Mientras tanto, el aumento de salario sigue corriendo. Hay hasta sospechas de que no habrá sesiones en abril y que durante mayo esperarán que finalice el primer período de sesiones ordinarias, lo que sería una gran irresponsabilidad.

Por otro lado, el estira y encoje en torno al salario de la vicepresidenta ha sido un desgaste innecesario para el Ejecutivo. Bien dice el dicho: “Los trapos sucios se lavan en casa”. Bastaba con reducir sus gastos de representación —Q112,000 de los Q136,412 que recibe al mes— a Q77,476, y cumplir así la promesa de campaña de bajarse el 25%. Es clave que la segunda de a bordo dé el ejemplo y evite los dimes y diretes con el Ministro de Finanzas. Se verá qué ocurre a finales de abril.

Lecciones aprendidas para los candidatos políticos: 1) prometan lo que puedan cumplir, 2) aprendan cómo funciona el gobierno, 3) tengan un plan, 4) formen un buen equipo, y 5) prepárense para dirigir el país. Llegar al cargo es solo el primer paso; mantenerse y tener éxito es el verdadero desafío.

La gestión pública debe modernizarse de inmediato. Serviría incluso para negociar el arancel que impuso Estados Unidos a Guatemala. Debe iniciarse con un sistema de adquisiciones diseñado por técnicos locales, con buenas prácticas internacionales y tecnología de punta. El gobierno debe abrirse a la cooperación interna y externa.

Un segundo ámbito clave es la discusión sobre los pactos colectivos en el sector público. Han debilitado la institucionalidad vinculada al recurso humano. Se perdió el mérito y la carrera del funcionario, claves para el desarrollo de un país. Mientras este tema no se aborde con seriedad, seguirán aumentando las protestas en las calles, más gastos y sin resultados. Hay pactos en casi todas las instituciones del Estado. Algunos pactos incluyen hasta un “bono pescado” que disfrutaron en Semana Santa. Una vez visualizado el problema, tocará reformar las distintas leyes de servicio civil.

Gestión es la clave. Es urgente que el Comité Nacional para la Modernización del Ejecutivo proponga algo pronto de sus distintos ejes de trabajo e incluya una estrategia de transformación digital y tome acción. Y si aún no tiene afinadas las propuestas, que pida apoyo. Guatemala no puede esperar más. Presidente: es tiempo de asumir el liderazgo que el país reclama.