La Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos emitió recientemente una resolución que cambia de manera significativa el trato hacia ciertos migrantes detenidos en la frontera. Según esta decisión, quienes sean declarados inadmisibles al ingresar o intentar ingresar al país ya no podrán solicitar una audiencia de fianza para quedar en libertad mientras se resuelve su situación migratoria.

La medida, que entró en vigor el pasado 15 de mayo, afecta principalmente a migrantes detenidos en puestos de entrada o entre ellos, incluidos muchos provenientes de países como Guatemala, Honduras y El Salvador.

¿Qué significa este cambio?

De acuerdo con el analista migratorio guatemalteco Fernando Castro Molina, esta disposición implica que si una persona es capturada al intentar cruzar la frontera sin autorización y se determina que no cumple los requisitos para ingresar al país, será colocada en un proceso de deportación expedita y no podrá solicitar libertad bajo fianza.

Ejemplo práctico: si una madre hondureña intenta cruzar con su hijo entre puestos fronterizos y es detenida por la Patrulla Fronteriza, ya no podrá pedir ser liberada mientras su caso se resuelve, como ocurría anteriormente en algunos casos. Será detenida hasta que se ejecute su deportación.

Este cambio se fundamenta en el artículo 235(b) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), que permite a las autoridades de inmigración expulsar de forma inmediata a quienes se consideran inadmisibles. Además, se recalca que el artículo 236(a) de la INA, que permite solicitar una fianza, ya no será aplicable para estos casos.

Perderán protección

Castro Molina advierte que aquellas personas que fueron liberadas en el pasado bajo libertad condicional (parole) o fianza ahora podrían perder esa protección. Si el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) les entrega una Notificación de Comparecencia (NTA) para presentarse ante un juez, podrán ser detenidas sin derecho a fianza, incluso si ya están dentro del país.

Otro ejemplo: un joven guatemalteco que ingresó hace un año y fue liberado bajo parole, si acude a una cita migratoria y se le entrega una NTA, podría ser arrestado en ese momento sin opción de libertad bajo fianza.

Castro Molina hizo un llamado urgente a los gobiernos de Guatemala, Honduras, El Salvador y México para que informen de forma clara y directa a sus ciudadanos sobre esta medida.

“Es responsabilidad de los Estados realizar campañas de divulgación en prensa, radio y televisión para prevenir que más migrantes enfrenten estas duras consecuencias por desconocimiento”, señaló.

Finalmente, se recomienda a los migrantes en esta situación que busquen asesoría con abogados migratorios calificados, ya que el fallo establece que ni siquiera un juez de inmigración puede modificar las condiciones de detención de quienes ingresaron recientemente y están en proceso de deportación.

“Se advierte no acudir a notarios, ya que no están autorizados para representar casos ante la Corte de Inmigración ni pueden ofrecer una defensa legal adecuada”, precisó.

Posturas

“La medida no afectaría significativamente a la mayoría de guatemaltecos que migran al país”, según explicó Juan Carlos Pocasangre, presidente de la organización Guatemaltecos en Nueva York.

Pocasangre señaló que los migrantes guatemaltecos, en su mayoría, no se entregan a las autoridades migratorias al cruzar la frontera, sino que ingresan por rutas peligrosas y evitan el contacto con agentes de inmigración. Esto, dijo, les permite mantenerse “bajo el radar” y continuar trabajando en EE. UU. sin iniciar trámites migratorios que los expongan a ser detenidos.

Además, indicó que la mayoría de connacionales no solicita asilo político porque sabe que no califica bajo los requisitos establecidos por el sistema estadounidense.

“El asilo es muy difícil de obtener y muchos guatemaltecos migran por razones económicas, la falta de empleo o la violencia, pero no pueden probar persecución política o religiosa, como exige la ley”, explicó.

También cuestionó las políticas de gobiernos anteriores como el de Joe Biden y Kamala Harris, que en su momento dieron paso a un mayor ingreso de migrantes y a la posibilidad de solicitar asilo.

“Eso generó falsas esperanzas. Muchos entraron pensando que podrían quedarse legalmente, pero la realidad es que muy pocos lograron avanzar con sus casos”, dijo.

Según Pocasangre, hoy muchos migrantes que entraron bajo parole o que tienen audiencias pendientes viven en un estado de incertidumbre y temor a ser deportados, incluso si ya cuentan con permisos de trabajo.

“Algunos ni siquiera van a renovar esos permisos por miedo a ser arrestados”, añadió.

Por ello, insiste en que la nueva medida no cambia mucho el panorama para la mayoría de guatemaltecos en EE. UU., pues ya saben que no hay opciones claras de regularización y prefieren mantenerse invisibles, trabajando duro y evitando problemas legales.

Walter Batres, presidente de la Red Migrante Guatemalteca, manifestó su rechazo hacia la medida, y dijo que deben tomarse las medidas legales lo más pronto posible.

“Eso es una violación de derechos porque los casos migratorios son civiles, no criminales. Nos veremos en las cortes”, advirtió.

Rescatada

Una guatemalteca de 29 años, originaria de San Antonio Suchitepéquez, fue rescatada en estado grave en el desierto de Arizona, Estados Unidos, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores a la Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN).

La guatemalteca, según se indica, fue localizada por agentes de la Patrulla Fronteriza en la zona conocida como “Tres Puntos”, Arizona. Al momento del hallazgo, se encontraba inconsciente y presentaba síntomas severos de deshidratación, por lo que fue trasladada vía aérea a un hospital en Tucson, Arizona, donde fue estabilizada y se encuentra consciente, aunque continúa en condición delicada.

El consulado también estableció contacto con la familia de la migrante, tanto en Guatemala como en EE. UU., a quienes se les mantiene informados sobre su evolución médica.