Cada entrega de Misión: Imposible ha ofrecido al público escenas de alto riesgo, protagonizadas por Tom Cruise en las ocho películas de la saga. A lo largo de casi tres décadas, el actor ha desafiado los límites físicos al ejecutar personalmente algunas de las acrobacias más extremas del cine contemporáneo.

A sus 62 años, Cruise continúa elevando la vara del riesgo, sin recurrir a dobles de acción. Su regreso en la octava cinta, Misión: Imposible – Sentencia mortal (parte dos), marca el cierre de una era. En esta última misión, Ethan Hunt enfrenta no solo enemigos letales, sino también el peso del legado construido desde su primera aparición en 1996.

Entre las escenas más memorables se encuentran el salto desde un acantilado, inmersiones prolongadas bajo el agua y su hazaña de aferrarse al fuselaje de un avión durante el despegue. Todas estas proezas fueron ejecutadas por el propio actor, con el objetivo de ofrecer al espectador la experiencia más auténtica.

Según la sinopsis oficial, la entrega final —que se estrenará el próximo 22 de mayo en Guatemala— promete cerrar la historia con giros inesperados y acción al límite. Como parte de esta despedida, Cruise volverá a superar sus propios límites en escenas cargadas de tensión y adrenalina.

El compromiso del actor con la verosimilitud le ha cobrado factura: ha sufrido fracturas en el tobillo, lesiones en las costillas y desgarros en el hombro, según ha destacado la BBC. Estas son solo algunas de las hazañas que consolidan a Tom Cruise como el espía más audaz de Hollywood.

Mantiene la respiración bajo el agua por más de seis minutos

En Misión: Imposible – Nación secreta (2015), Tom Cruise llevó al límite su resistencia física al sostener la respiración durante seis minutos y medio bajo el agua, para grabar una escena clave en la que Ethan Hunt debe recuperar un libro contable robado en una cámara acorazada submarina.

La secuencia fue filmada en una sola toma, gracias a un riguroso entrenamiento con especialistas en apnea, quienes le enseñaron a reducir su ritmo cardíaco para minimizar el consumo de oxígeno. Superé trece veces el promedio de contención bajo el agua, explicó el actor en una entrevista para The Graham Norton Show, en 2016.

Pilota un helicóptero en plena persecución

En Misión: Imposible – Repercusión (2018), Ethan Hunt persigue al villano August Walker, interpretado por Henry Cavill, a bordo de un helicóptero. En lugar de utilizar efectos especiales o dobles, Cruise pilotó él mismo la nave, según confirmó el portal Vox Cinemas.

Las maniobras, ejecutadas a toda velocidad en los Alpes de Nueva Zelanda, requirieron meses de práctica y absoluta concentración. El actor puso su vida en riesgo para entregar una secuencia de acción de realismo inigualable.

Escala el Burj Khalifa sin dobles

En la cuarta entrega, Misión: Imposible – Protocolo fantasma (2011), Tom Cruise realizó una de sus hazañas más recordadas: escalar el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, con 828 metros de altura.

Con ayuda de un arnés y una cuerda guía, el actor descendió por la fachada del rascacielos, corrió por sus laterales y rompió uno de los cristales a gran velocidad, todo en una sola toma. Para lograrlo, se entrenó con escaladores profesionales. Según Vox Cinemas, esta escena revitalizó el interés por la franquicia y marcó un punto de inflexión para futuras entregas.

Cuelga del fuselaje de un avión en pleno despegue

Otra de las escenas más impactantes también pertenece a Misión: Imposible – Nación secreta. En ella, Cruise se aferra al exterior de un avión Airbus durante el despegue, sin recurrir a efectos digitales.

El rodaje duró más de 48 horas y debió repetirse en ocho ocasiones debido a factores externos. En una de ellas, una roca impactó al actor y le provocó una contusión en las costillas, según detalla Vox Cinemas. A pesar de los riesgos, Cruise insistió en realizar la toma personalmente, consolidando su reputación como el actor que lo entrega todo por el realismo en pantalla.