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¿Por qué los haters discuten constantemente en redes sociales? Esto dice la psicología
Existen perfiles incómodos en redes sociales que aprovechan estos espacios para discutir, pelear y crear polémica de forma constante. Se les conoce como “haters”. ¿Qué dicen los expertos sobre estos comportamientos?
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Las interacciones digitales exponen a los usuarios al contacto con los llamados haters: personas que difunden comentarios negativos, ofensivos o injustificados, muchas veces de forma anónima. Su comportamiento se considera una forma de ciberacoso, ya que utilizan las plataformas digitales para intimidar, insultar o denigrar a otros.
Claudia Cuyún, psicóloga, explica que las redes sociales han abierto un espacio de libertad de expresión, pero también se han convertido en el lugar donde muchas personas descargan su ira o frustración. “Esto ocurre, en gran parte, porque no hemos aprendido a comunicarnos de forma asertiva: es decir, decir lo que pensamos y sentimos sin dañar al otro”, señala.
Muchas personas no se sienten capaces de expresar sus emociones cara a cara, por eso lo hacen desde una pantalla. La comunicación directa, mirándose a los ojos, requiere más valentía que escribir desde un perfil anónimo. “Esa necesidad de desahogarse puede esconder ira o rencores reprimidos, que se expresan con violencia verbal en redes”, agrega Cuyún.
Sumado a ello, el anonimato es, según la experta, una señal de falta de carácter. Quien realmente tiene algo que decir, busca a la persona y habla con ella directamente. “Pero quien carece de valentía o responsabilidad afectiva, recurre a perfiles falsos para insultar o atacar sin consecuencias”, sostiene.
Cuyún enfatiza que no es necesario ofender para expresar una opinión. “La confrontación ya es incómoda por sí misma, pero es necesaria cuando queremos mantener una relación o incluso terminarla con dignidad. Si estamos muy enojados, lo más sabio es esperar. En ese estado emocional, podemos decir cosas hirientes y poner en riesgo nuestras relaciones”, explica.
Dos claves que pueden ayudar también en redes son tiempo y espacio. Por ejemplo, si se trata de una discusión con la pareja, es recomendable tomar de 30 a 45 minutos de “tiempo fuera”. Esto permite que el cuerpo se estabilice: baja la presión, disminuyen las palpitaciones y se logra una mejor perspectiva.
“Es muy importante no caer en lo que llamamos ‘la perseguidora’, que es esa urgencia de querer resolver todo de inmediato. Cuando uno persigue al otro para hablar ‘ya’, sin que ambos estén tranquilos, la conversación se convierte en una batalla. La asertividad requiere calma”, subraya.
¿Cómo actuar frente a perfiles agresivos?
Betsabe Méndez, especialista en reputación digital y resolución de conflictos en entornos virtuales, da algunas recomendaciones tanto a nivel personal como empresarial ante perfiles conflictivos.
El primer paso es identificar quién escribe. “Muchas veces el perfil lo dice todo: hay cuentas que se dedican exclusivamente a atacar o generar caos. Si no es una crítica válida ni busca diálogo, lo mejor es ignorarla”, afirma Méndez.
En el ámbito personal, si el ataque es directo, lo ideal es bloquear. “No hay por qué tolerar agresiones que solo buscan generar conflicto. Hoy abundan los perfiles anónimos, muchas veces manejados por personas frustradas que entran a insultar sin control. Si el perfil es falso o fue creado para atacar, lo mejor es reportarlo y bloquearlo”, recomienda.
Si se trata de una queja real —por ejemplo, alguien que no obtuvo respuesta en otro canal—, debe atenderse. A veces la persona se excede al expresarse, pero busca una solución. En esos casos, lo correcto es responder con respeto, escuchar el problema y dar seguimiento.
“En mi experiencia, cuando el reclamo se atiende, la mayoría de usuarios eliminan sus comentarios negativos y agradecen”, comenta Méndez.
Uno de los peores errores, señala, es ocultar los comentarios o fingir que no pasa nada. Eso solo intensifica el conflicto. “Lo recomendable es responder: ‘Mucho gusto, cuéntenos cuál es el problema, vamos a darle seguimiento’, y cumplirlo”, insiste.
La especialista también reflexiona sobre cómo las redes sociales fomentan este tipo de comportamiento. “El algoritmo premia la interacción. Algunos creadores incluso convierten sus respuestas a los haters en parte de su estrategia. Un comentario ofensivo les genera vistas y seguidores; alimentan la dinámica.”
Además, añade, hay una pérdida generalizada de comprensión lectora. “Mucha gente comenta sin entender lo que lee, y eso polariza más las discusiones.”
¿Qué tan delicado puede volverse un conflicto en redes?
Para Méndez, el tema es serio. Cita un ejemplo reciente en EE. UU., donde un restaurante mexicano muy conocido fue objeto de ataques por parte de usuarios que supieron que sus dueñas apoyarían a Trump. “La reacción fue tan intensa que dejaron de publicar, como si el restaurante fuera parte de la campaña.”
“El fenómeno es preocupante: si se involucra en una pelea digital, pueden rastrearle todo: dónde trabaja, vive, su historial. En EE. UU. incluso escriben a las empresas para exigir despidos. Y eso ya empieza a verse en nuestra región. Una pelea con la persona equivocada puede dañar su reputación profesional”, advierte.
La reputación digital es un campo cada vez más relevante. Méndez señala que en la actualidad incluso se pide el perfil de redes sociales para solicitar visa en EE. UU. “Todo lo que publicamos tiene un impacto”, concluye.
El impacto entre los adolescentes
El medio Infobae publicó un artículo de Laura Lewin —autora, oradora TEDx y consultora educativa— donde señala que los adolescentes son especialmente vulnerables a las críticas en redes. En una etapa donde la aceptación social es crucial, los comentarios agresivos pueden afectar emocionalmente, provocando baja autoestima, ansiedad o incluso depresión.
Una estrategia clave, según Lewin, es fomentar una identidad fuerte. “Esto les permite reconocer sus cualidades, desafiar creencias negativas y comprender que los comentarios hostiles no los definen.”