El meollo de la fuga de los mareros

El meollo de la fuga de los mareros

Este gobierno inició con un partido cuestionado en la legalidad y con liderazgo dividido.

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Resumen Automático

20/10/2025 00:01
Fuente: Prensa Libre 

La seguridad ciudadana es el primer requisito de cumplimiento para un gobernante. En esta sociedad conservadora, donde en la gran mayoría de los casos, Dios, la Iglesia y la familia son primero, donde la libertad y la propiedad privada son fundamentales, donde buscar estudiar y luchar trabajando son objetivos constantes, sin seguridad ciudadana y sin carreteras en buen estado es imposible lograr los propósitos y ser parte de la solución para que tengamos una sociedad sana y un país en desarrollo.

Entendamos el mensaje de Trump al calificar a las maras como terroristas.

Venimos de 36 años de conflicto armado interno, pasando por la transición de gobiernos militares a gobiernos civiles en los 80 y la firma de la paz en los 90; a la vez, buscando tener las bases constitucionales y legales para que podamos todos convivir y salir cada uno adelante en un ambiente de paz social. Tres décadas después, nos encontramos a casi medio gobierno del populista gobierno semillero con caos y crisis casi que permanente.

Guatemala tiene a un jefe de Estado como figura máxima de autoridad política y ese es el presidente del organismo Ejecutivo. Tristemente, lo que muchos comentan es que es el presidente actual ejerce el poder solo como presidente del Ejecutivo. Que el presidente Arévalo siga culpando a los gobiernos anteriores de todos los males no soluciona absolutamente nada. Le toca liderar las correcciones como lo ofreció en campaña. Hay un dicho que dice: lo que inicia mal termina mal. Este gobierno inició con un partido cuestionado en la legalidad, con liderazgo dividido, sin equipo de Ministros que a la fecha se puedan calificar como exitosos en su gestión, con división interna ya en el segundo año (Semilla y Raíces), con cuestionado procedimiento para el logro de los presupuestos anuales, con poca ejecución, con un país donde ya no se puede transitar, por el estado de las carreteras y por los cuellos de botella en muchos lugares y donde día a día se van destapando problema por problema, incluida alta percepción de corrupción.

En El Salvador, cuando fue elegido Nayib Bukele en 2019 como presidente de la República, lo primero que hizo fue usar su poder para detener el crimen de las maras y meterlos a todos a la cárcel. Eso se ha sostenido. Hoy día, el presidente Bukele es popular en su país, en las vecindades y en el hemisferio, simplemente por tener en la cárcel a los mareros y delincuentes. Les ha costado mucho dinero construir cárceles y operarlas de tal manera que funcione el sistema y que no se fuguen. Hay correcciones de forma y de fondo. Ante la crisis de los mareros fugados de Fraijanes 2, al parecer, de poco en poco por la puerta principal disfrazados de policías durante un par de meses, el presidente Arévalo optó por ofrecer el oro y el moro de forma y fondo para las correcciones al Sistema Penitenciario, empezando por poner a un juez de carrera como ministro de Gobernación. Nos toca a los ciudadanos pedirle entregables al presidente y que vaya informando semana a semana avances en lo ofrecido, incluida la nueva cárcel de máxima seguridad en 12 meses.

Digan lo que digan los que no aprueban la gestión del presidente de los Estados Unidos, en mi opinión, es ejemplar en su capacidad de trabajo, en el liderazgo con su equipo de trabajo que previamente reclutó, en el liderazgo que la investidura le permite, en ir cumpliendo con los objetivos propuestos y, sobre todo, en dar resultados rápidos. Ese propósito de llevar la paz al mundo es de agradecer. Entendamos el mensaje de Trump al calificar a las maras como terroristas, entendamos sus movimientos frente a Venezuela y en la frontera con México, desde ayer con Petro y a través de otras vías, haciendo ver que va a luchar a fondo contra el crimen organizado de la región, ya que afecta la seguridad nacional de los Estados Unidos. Le toca a Arévalo aprender de ese liderazgo y apoyar los objetivos.