El pasatiempo que fortalece el cerebro y retrasa el envejecimiento, según la ciencia

El pasatiempo que fortalece el cerebro y retrasa el envejecimiento, según la ciencia

Un estudio identificó que practicar música en la adultez mejora la coordinación, la percepción auditiva y la agilidad mental, al fortalecer las conexiones neuronales en adultos mayores.

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25/07/2025 19:00
Fuente: Prensa Libre 

Si bien el envejecimiento es un proceso natural del cuerpo, es posible afrontarlo de forma sana mediante la adopción de hábitos como una buena alimentación o la práctica regular de ejercicio.

Aunque suele asociarse con un deterioro de las capacidades cognitivas —como la memoria o la agilidad mental—, se considera que el aumento de la actividad neuronal y el fortalecimiento de la conectividad funcional pueden ser estrategias útiles para que los adultos mayores mantengan un rendimiento cognitivo óptimo.

Así como el ejercicio físico ayuda a conservar el cuerpo en forma, realizar actividades que estimulen la mente contribuye a mantener el cerebro activo y saludable.

Además de las actividades conocidas —como resolver crucigramas, leer con frecuencia o explorar nuevos pasatiempos—, un estudio reciente determinó que aprender a tocar un instrumento musical fortalece las conexiones neuronales, lo que permite que los adultos mayores conserven su agilidad mental.

El poder de la música en el cerebro

La música es un lenguaje universal que trasciende barreras culturales y generacionales. Además, tiene la capacidad de transformar el estado de ánimo en cuestión de segundos.

Su influencia alcanza tanto lo emocional como lo neurológico. Un estudio citado por Women’s Health y publicado en PLOS Biology revela que la reserva cognitiva —obtenida a partir de decisiones de vida positivas, como la formación musical sostenida— puede dotar al cerebro de recursos adicionales para enfrentar los efectos del envejecimiento.

En la investigación se analizaron los cerebros de 74 personas mediante resonancia magnética funcional (fMRI), mientras realizaban tareas de percepción auditiva en entornos con ruido de fondo. El grupo estaba integrado por músicos experimentados de edad avanzada, adultos mayores sin formación musical y jóvenes sin experiencia en música.

Durante el experimento se pidió a los participantes identificar sílabas ocultas entre sonidos ambientales, una tarea exigente para el procesamiento cognitivo, especialmente en edades avanzadas.

Los resultados mostraron que los músicos mayores tuvieron un rendimiento comparable al de los jóvenes sin formación musical, y superaron notablemente a los adultos mayores que nunca practicaron música.

En particular, sus cerebros evidenciaron patrones de actividad funcional similares a los de personas jóvenes al procesar estímulos sonoros en ambientes ruidosos.

Según los investigadores, este efecto se atribuye a una mayor reserva cognitiva: la capacidad del cerebro para compensar el deterioro propio del envejecimiento mediante circuitos neuronales fortalecidos por años de entrenamiento musical.

La reserva cognitiva generada por la formación musical compensa el desgaste cerebral del envejecimiento. (Foto Prensa Libre: Freepik)

¿Por qué la música beneficia al cerebro?

Crear música implica combinar armonías, ritmos y sonidos de forma dinámica y simultánea. Según el especialista Amit Sachdev, consultado por Infobae, la educación continua y el aprendizaje —como ocurre al estudiar un instrumento— contribuyen a mantener y generar conexiones neuronales sólidas.

Si bien es cierto que aprender idiomas o adquirir nuevas habilidades es útil para fortalecer los vínculos entre distintas áreas cerebrales, la música, por su naturaleza, exige un mayor esfuerzo cognitivo, lo que fortalece la estructura y la adaptabilidad del cerebro con la práctica.

Entre los hallazgos del estudio se determinó que la reserva cognitiva, adquirida mediante la formación musical prolongada, reduce el reclutamiento neuronal asociado con la edad durante la percepción del habla en ambientes ruidosos. También evidencia la compleja interacción entre esa reserva y el incremento de la actividad neuronal relacionada con la edad en tareas cognitivas.

Además, más allá de su vínculo con la longevidad, aprender a tocar un instrumento musical favorece la coordinación ojo-mano, la percepción auditiva y la integración con el ritmo, lo cual exige la activación de múltiples áreas cerebrales.

Nunca es demasiado tarde para aprender

Es importante destacar que los beneficios de tocar un instrumento no dependen de la edad en que se comience, ya que es posible obtener mejoras cognitivas incluso al iniciar en la adultez.

Además, no es necesario hacerlo de forma profesional; el simple hecho de practicar música genera cambios significativos en el cerebro.