¿Por qué se tapan las imágenes en Semana Santa?

¿Por qué se tapan las imágenes en Semana Santa?

Durante la Cuaresma y Semana Santa, muchas imágenes religiosas en templos se cubren con velos morados como parte de una tradición litúrgica que inicia especialmente desde el quinto Domingo de Cuaresma.

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13/04/2025 15:31
Fuente: Prensa Libre 

Durante la Cuaresma y Semana Santa, y especialmente a partir del quinto Domingo de este tiempo litúrgico, los fieles que visitan algunos templos católicos en Guatemala notan un cambio significativo: muchas imágenes religiosas —crucifijos, santos y vírgenes— aparecen cubiertas con velos morados. Esta práctica representa un símbolo cargado de espiritualidad y enseñanza.

Según el portal Catholic.net, en las iglesias, las esculturas y pinturas sagradas suelen atraer la mirada por su belleza artística. Sin embargo, al cubrirlas, la Iglesia busca eliminar distracciones y guiar a los creyentes hacia una reflexión más profunda.

Se trata de un acto de despojo visual que invita a mirar hacia el interior, hacia el sacrificio redentor de Jesús.

Esta costumbre también tiene raíces penitenciales. En la antigüedad, los fieles se consideraban indignos de contemplar las imágenes sagradas durante el tiempo de la Pasión, como un gesto de humildad ante el sufrimiento de Cristo. El morado, color litúrgico de la Cuaresma, refuerza este sentido de preparación y arrepentimiento.

El sitio también apunta otra interpretación proveniente del simbolismo bíblico: la Iglesia se viste de luto durante la Pasión. Los templos, al quedar “vacíos” de imágenes visibles, recuerdan que, sin la Resurrección, la fe carecería de sentido.

Además, según Aciprensa, aunque esta práctica fue obligatoria en el pasado, hoy es opcional.

¿Hasta cuándo permanecen cubiertas?

El velo cae en momentos clave. Aciprensa menciona que, durante la Celebración de la Pasión del Señor (Viernes Santo), el crucifijo principal se descubre solemnemente al entonar cantos como el de “Mirad el árbol de la Cruz”.

El resto de las imágenes se revelan progresivamente, algunas en la Vigilia Pascual, cuando el Gloria anuncia la Resurrección.

Aunque hoy la Iglesia no obliga a seguir esta práctica, en Guatemala muchos templos mantienen viva la tradición. Es un recordatorio visual de que, en estos días, el corazón debe estar puesto en el amor que llevó a Cristo a la cruz.