Sindicatos gubernativos son hoy fuente de atrasos

Sindicatos gubernativos son hoy fuente de atrasos

Los constantes abusos de los sindicatos oficiales rompen elementos básicos de la ética, moral y sentido común.

Enlace generado

Resumen Automático

16/07/2025 00:05
Fuente: Prensa Libre 

Al ser hace algunas décadas autorizados los sindicatos de integrantes del Estado, algunas voces indicaron su preocupación por el posible abuso de sus autoridades, sobre todo en la realización y número de huelgas. Esa es la realidad actual, y tiene como cabecilla en el gremio magisterial a Joviel Acevedo —así como a dirigentes de otras entidades, como el Sindicato de Salud— cuyas acciones para impedir el paso en calles y carreteras y detener 34 días las clases, ejemplifican irresponsabilidad y afianzamiento del atraso nacional. En educación primaria, ejemplo, el 80% del alumnado no entienden qué significan los textos de lectura y debido a ese paro el ciclo lectivo quedará incompleto.


La tragedia de la educación incluye asuntos en apariencia no importantes: la vestimenta y presentación personal del magisterio oficial. Hace muchos años tenían conciencia de este factor, pero ahora se ha borrado de la tarea escolar. Otro: la ausencia de clases a causa de feriados sin motivo pero sí con efecto en el número de días de un ciclo lectivo también contribuyente a la poca calidad de la educación. Esta lamentable realidad se encuentra instalada tanto a nivel capitalino y citadino, como rural, donde es aún mayor porque en las áreas de etnias indígenas es deficiente la comprensión del español —fundamental para mejorar su nivel de vida. Con este paro saldrán afectados 300 mil alumnos, mientras los sindicalistas exigen un 15% de aumento de sueldo.

El efecto de no dar clases, impedir el paso, destruir propiedades privadas, descuidar a los enfermos, también carecen de ética y moralidad, además de ser ilegales.


Constituyeron fuente de rechazo los paros e interrupciones de paso de esta huelga tan mal manejada por las autoridades educativas y, en general, el gobierno, sin ninguna firmeza, la cual es parte de sus decisiones. La burla y desobediencia a las órdenes de las cortes de Constitucionalidad y de Justicia han sido repudiadas por la ciudadanía, ya harta de sufrir desde inconveniencias hasta muertes. El gobierno falla con sus constantes promesas de establecer inútiles “mesas de diálogo”, en vez de ejercer el poder en sus manos por la Constitución y otras leyes. La constante decisión de no decidir nada o posponerlo todo solamente puede calificarse de ser una inadmisible cobardía política.


Es importante señalar: la idea del sindicato para mejorar a trabajadores y burócratas no es mala al realizarla con responsabilidad y no es rechazable porque sí y ante sí por razones ideológicas o politiqueras. Pero debería tener, como la presidencia de la república, el límite de una sola ocasión o tal vez dos veces no consecutivas. La dirigencia sindical o de federaciones de sindicatos necesita caras nuevas, pues la permanencia ilimitada con seguridad se volverá monarquía de hecho. En los sindicatos de empresas privadas la realidad es distinta, aunque comparten el riesgo de penetración de alborotadores politiqueros, sin duda presentes hoy por su insistencia en causar daño a la educación y la salud y también la presencia de viejas figuras derrotadas en las urnas.


Un asunto poco analizado o desconocido es la relación de la ética, muy especialmente con el papel individual y social de dirigentes e integrantes sindicales burocráticos, por la relación de sus tareas con el presente y el futuro del país. En brevísimo resumen, analiza las acciones humanas según son buenas o malas. Para comprenderlas en lo básico no se necesita ser filósofo, sino nada más tener conciencia. En unos casos se fija en las acciones como tales (Deontología) y en otros, en las consecuencias (Teleología). El magisterio y el cuidado de enfermos mezclan las dos y por eso pueden causar daño doble. El efecto de no dar clases, impedir el paso, destruir propiedades privadas, descuidar a los enfermos, también carecen de ética y moralidad, además de ser ilegales.