Reservas monetarias internacionales

Reservas monetarias internacionales

Sería conveniente que el Banguat y la Junta Monetaria tomen en cuenta, si aún no lo han hecho, hacia dónde podría estar derivándose el mercado monetario de las inversiones.

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Resumen Automático

15/10/2025 00:02
Fuente: Prensa Libre 

Usualmente al final de la tarde de los domingos escribo esta columna de opinión que se publica los miércoles. Por ello, cuando escribí la columna de la semana pasada, nunca imaginé que el martes los congresistas con argumentos leguleyos rebuscados, dieran al traste con la decisión presidencial de vetar el decreto 7-2025, al margen de cuestionadas fallas de procedimiento de la Secretaría General de la Presidencia.

Algunos bancos centrales e inversionistas globales están aumentando sus reservas en oro.

El Congreso podía rechazar el veto presidencial y ordenar su publicación con las dos terceras partes del total de diputados, pero la aparente güizachada que prevaleció en el Pleno surgió porque no contaban con dicha mayoría calificada. “Cosas veredes”, podría haber dicho don Quijote de la Mancha, aun cuando en realidad dicha expresión no es de don Quijote, sino corresponde al Cantar del Mío Cid. Pero igual, aplica.

Pero ahora quiero llamar la atención sobre las reservas monetarias internacionales (RMI), que a la fecha suman más de US$30 millardos, que sustenta la sólida posición externa del país. Según el último informe trimestral publicado por el Banco de Guatemala (Banguat) al 30 de junio pasado, estas RMI cifradas en dólares, son administradas por el propio banco central y por instituciones financieras de reconocido prestigio internacional (Banco Mundial, JP Morgan, UBS, Allianz), pero del total de inversiones, únicamente US$1.6 millardos estaban en derechos especiales de giro (DEG, unidad monetaria del Fondo Monetario Internacional) y en oro.

El oro equivalía a US$728.5 millones, según el Balance General del Banguat a junio pasado. Aunque es comprensible que las RMI estén invertidas primordialmente en dólares de los Estados Unidos de América (EUA) porque nuestra economía gira alrededor de dicha moneda, pareciera conveniente tomar en consideración lo que están haciendo algunos bancos centrales de cara a la realidad a nivel monetario internacional.

Mientras el gobierno del presidente Trump ha abogado por un dólar más débil respecto a otras monedas para aumentar la competitividad de las exportaciones estadounidenses en el extranjero, al mismo tiempo trata de que dicha divisa se mantenga como reserva mundial.

De acuerdo con Anya Andrianova de Eurizon SLJ Capital Ltd., la pérdida de confianza en las grandes monedas de reserva, en particular el dólar estadounidense, ha provocado un desplazamiento de las inversiones hacia activos alternativos como el oro. Entre los inversores globales pareciera estar dándose un hartazgo con la política monetaria expansiva y el excesivo endeudamiento de los gobiernos. Esto explicaría por qué el precio de la onza de oro superó los US$4 mil, al mismo tiempo que el bitcoin marcó un récord histórico, dando señales de desconfianza hacia el dinero tradicional.

Aunque puede ser algo temporal, son hechos del mercado, quizás porque ambos, tanto el oro como el bitcoin tienen un límite finito mientras la expansión del dinero emitido por los bancos centrales (Reserva Federal, Banco Central Europeo, Banco de Japón) pareciese no tener límites (con la consiguiente pérdida de su valor a causa de la inflación). Esta conducta se ha venido exacerbando desde la crisis financiera del 2008 y se ha profundizado a partir de la crisis global de la pandemia del 2020. Como consecuencia, ante la situación y para protegerse, algunos bancos centrales e inversionistas globales están aumentando sus reservas en oro.

En resumen, sería conveniente que el Banguat y la Junta Monetaria tomen en cuenta, si aún no lo han hecho, hacia dónde podría estar derivándose el mercado monetario de las inversiones.